Los de Pablo Laso, que han ido creciendo de forma espectacular con el paso de los partidos a pesar de las bajas, eran conscientes de que delante tenían a un equipo que está haciendo muy bien las cosas. Por eso, desde el primer momento no se vio relajación en los blancos. Con Tavares dominando la pintura y con un inspirado Rudy desde la línea exterior el Madrid cerraba el primer cuarto con una aseada ventaja (24-17 min.10).
El segundo cuarto siguió un poco las directrices del primero. En el Madrid apareció la mano de Carroll, que se fue hasta los ocho puntos, mientras que Popovic era el encargado de mantener a Fuenlabrada en el partido (34-25 min.14). El partido estaba en ese toma y daca de puntos que anoto y puntos que recibo que esa renta de nueve tantos se estandarizó para llegar al intermedio con ventaja blanca (45-36 min.20).
Si en los dos primeros cuartos parecía que Fuenlabrada hacía la goma para mantenerse en el partido en el tercer cuarto la sensación constante era de que el partido se podía romper para el Madrid. Los blancos empezaron a encontrar ventajas cercanas a los 20 puntos (65-48) en determinados instantes del penúltimo cuarto. Sin embargo, Fuenlabrada siguió agarrándose al encuentro y no permitió que los de Laso rompieran el marcador antes de entrar al último periodo (70-56 min.30).
Si los visitantes habían conseguido aguantar el empuje blanco durante bastantes minutos el último cuarto iba a desnudar definitivamente al rival madridista. Los de Laso pisaron el acelerador desde el arranque del último periodo y ya no encontraron oposición. Tavares siguió creciendo en anotación a base de dominio en la pintura y el Madrid terminó arrasando al equipo que se presentó como tercer clasificado en la Liga (100-72). Los blancos y su racha siguen on fire. 
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