Era de esperar que el equipo local saliera a morder al partido. Ya había avisado Joan Plaza en la previa de los buenos arranques de partido del Real Madrid, por lo que había un foco con todas las luces para el inicio del partido. Los de Laso fueron todo imprecisión desde el inicio. Recibieron un parcial de 11-0 que, tras siete minutos de encuentro, sólo permitía ver tres puntos en el casillero madridista (11-3 min.7). Por suerte para los de Laso, con la entrada de Doncic y la aparición de Rudy, la aportación ofensiva creció algo (20-15 min.10).
El Real Madrid tenía un serio problema en el porcentaje de tiro. Si a eso le sumamos que los de Laso perdieron varios rebotes defensivos que terminaron en canasta del equipo local nos encontramos con que el marcador empezaba a estirarse de forma peligrosa a favor del Unicaja (38-27 min.20).
Después del paso por los vestuarios pareció que el Madrid salía con las pilas enchufadas. Un parcial de 0-5 volvía a meter a los de Laso en el partido (38-32 min.22). Sin embargo, tras ese conato de reacción, Unicaja le devolvería la moneda al equipo blanco con otro parcial a su favor (45-24 min.24). A pesar de de ello, el equipo madridista volvería a encontrar racha positiva en el lanzamiento y, gracias a ese acierto, se metía de lleno en la pelea por el encuentro (48-48 min.28). Al final del cuarto, y a pesar de recibir un triple sobre la bocina, los blancos entraban en los últimos 10 minutos con opciones de ganar (57-52 min.30).
Todo el acierto que había tenido el Real Madrid en el tercer cuarto pareció abandonarle en el momento decisivo como el desodorante barato. Unicaja hacía más faltas y llegaba antes al bonus pero lo compensaba con su mayor acierto en el tiro exterior y en el rebote. Los de Laso no aguantaban el tirón y entraban en los cinco minutos finales con demasiada desventaja (68-59 min.35). Una renta que, a pesar de los esfuerzos finales de Doncic, no pudo superarse. El Madrid perdió en Málaga su gran racha. Alguna vez tenía que ser.
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