En el primer cuarto volvieron a imponerse los ataques por encima de las defensas. En el Madrid hubo un acierto del 100% en los lanzamientos de dos puntos, señal de que el trabajo ofensivo era bueno. Sin embargo, en la parcela defensiva había más agujeros que tapar. El juego era coral por parte de ambos equipos y no había ningún jugador que destacara de forma especial en anotación (27-25 min.10).
No varió demasiado la tónica en el segundo cuarto en relación a lo que habíamos visto en los 10 primeros minutos. Los ataques nuevamente por encima de las defensas. En el Madrid, Rudy Fernández era el jugador más acertado. Desde la línea de tres puntos, el mallorquín se fue hasta los 12 tantos antes del descanso gracias a sus buenos porcentajes. Una de las pegas que se le podía poner al equipo de Laso, además de la mejora en defensa, era el poco acierto desde la línea de personal, apenas un 56%. Al descanso, todo estaba igualado (50-50 min.20).
El arranque del tercer cuarto mostró un intento de escapada del Real Madrid en el marcador. Los de Laso mejoraron en defensa y mantuvieron su ritmo en ataque. Tavares empezaba a dominar en el partido y Carroll, que apenas había intervenido en el primer tiempo por las faltas, sacó su fusil y martilleó el aro local a base de triples (64-74 min.27). El Madrid iba a entrar en el último cuarto con un buen botín a su favor, ocho puntos de renta (71-79 min.30).
El Gran Canaria no tenía más remedio que intentar acercarse en el marcador a base de subir la intensidad. Los canarios eran conscientes de que el Madrid no podía seguir tan suelto en ataque si querían tener opciones de victoria, sin embargo, los de Laso siempre encontraron recursos para anotar. Rudy continuaba con su inspiración y Carroll tampoco perdonaba (83-92 min.37). A pesar de todo, dos ataques con fortuna de los locales, que acabaron con sendos triples, volvieron a apretarlo todo (89-92 min.38). El Madrid se vio presionado en los momentos finales, sin embargo, un triple desde la esquina de Taylor ponía de nuevo tierra de por medio (92-97 min39). Fue el golpe definitivo de un Madrid que volverá a jugar la final de la ACB. Tras haber ganado la Euroliga ahora el objetivo es el doblete.
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