¡¡Otro escándalo arbitral en el Clásico deja al Madrid sin Copa!!

Los de Laso iban ganando de 15 al inicio del último cuarto, pero perdieron la ventaja; Llull forzó la prórroga y perdió en el último segundo por una canasta 'regalada' a Tomic


Llull

Llull




Poco pareció afectarle la presión al Barcelona Lassa en el comienzo del partido. Los de Pesic llevaron la iniciativa y, con un excelso trabajo coral con Claver y Tomic como estiletes, se alzaron con las primeras ventajas después de un parcial de 0-9 (7-14, minuto 6). Campazzo, con una magnifica dirección de juego, comenzó su recital de asistencias a Ayón, y el titán mexicano y Randolph se bastaron para frenar la sangría de cara al segundo cuarto (16-20).

Cambio de cuarto y cambio de base en los de Laso. El argentino le dejó su puesto a Llull, que salió desatado de cara al aro, con asistencias y rebotes. Todo un repertorio para darle la vuelta partido (27-25, minuto 16) con dos triples y una asistencia a Tavares de forma consecutiva. Pero la inagotable fuente de talento de Pangos volvió a emerger para llegar al descanso con empate (35-35).

El Madrid fue otro equipo totalmente distinto en el inicio de la segunda parte. El preparador italiano optó por repetir el quinteto inicial del partido y la jugada no pudo salirle mejor. Dio un golpe de autoridad con un parcial abrumador de 25-11. Todos anotaron, todos defendieron, todos brillaron y todos se sintieron importantes. Los de Laso anularon a los de Pesic defensivamente y se plantaron hasta con un +16 (60-44, minuto 28).

Poco le duró la alegría al Madrid. Del 61-46 al 61-63. Los de Laso desaparecieron de forma inexplicable. La brega de Oriola, la muñeca caliente de Kuric y la clase de Heurtel pusieron por delante al Barça. Reaccionaron los locales con Causeur como estilete, recuperando la ventaja con un +1, pero el propio Heurtel y Claver volvieron a poner a los azulgrana arriba (73-76, minuto 38). Campazzo pudo empatar, pero falló el tercer tiro libre. Claver pudo ‘matar’ el partido desde la línea de personal. Un mágico Llull forzó la prórroga a medio segundo.

En los cinco últimos minutos se vivió una auténtica locura. El base francés y Tomic se erigieron como los imparables, pero el Madrid demostró carácter y calidad para de nuevo ponerse por delante en el último minuto tras un 2+1 de Carroll después de que Randolph hiciera una falta a Singleton que los colegiados no señalaron. Así, y solo por compensar, le 'regalaron' esa canasta a Tomic, cuando el pívot había fallado y era un simple rebote de Randolph. Ni falta, ni ninguna acción ilegal. REBOTE. El Madrid se quedó sin 'su' Copa, pese a que Llull lo intentó desde su campo antes de que sonara la bocina. Dio en el tablero, pero no entró.