Volvía el baloncesto al Palacio de los Deportes y lo hacía tras el ruido mediático que desató la derrota con un robo descarado y prevaricado ante el Barça Lassa en la final de Copa del Rey. El ambiente, raruno, empezó a ser protagonista en Euroliga por lo visto hace menos de una semana en el WiZink Center. Todos los tenían en el recuerdo (incluso los jugadores) pero había que dar el tallo en Europa.
El Real Madrid empezó dosificando fuerzas en sus piezas importantes y fiándole a Deck el peso inicial del encuentro. El Bayern de Múnich aguantaba en el marcador, a pesar de tener un parcial de 7-0 en contra, y no se despegó de ellos por el ritmo cansino que tenía el encuentro en los primeros minutos. Las piernas pesaban y todo estaba muy igualado en la primera contienda. El propio Deck, con un triple sobre el cristal, tras un coast to coast, hizo que el Madrid se fuese con un 22-17 por delante en el primer cuarto.
En el segundo cuarto el Bayern siguió pecando de su poco acierto en el triple (17%) y el Real Madrid trató de coger carrerilla en el electrónico. El periodo lo empezó de forma espectacular con un robo+triple para marcar diferencias. Le siguió un 2+1 y un triplazo de Llull para ponerse +14 por delante. Dejan Radonjic trataba de parar la lluvia merengue en el show de 9-0 para situarse por encima de Bayern Múnich y lo consiguió, por momentos. Con Kaponen y M.LO, el equipo muniqués recortó el parcial y lo puso a su favor (9-22) volviéndose a enganchar al encuentro. El Madrid, sin embargo, se mantenía estoico con ventaja para irse al descanso con un marcador favorable de 42-39 con Carroll (13 puntos) como máximo anotador de la primera mitad del encuentro continental.
Tras el descanso, el Bayern de Múnich pudo colocarse con un empate en el electrónico, Barthel falló dos triples consecutivos y eso se paga en Europa y más contra el Real Madrid. Deck, Carroll y Causeur se apuntaron para apabullar a los alemanes y en un show de baloncesto volvían a situarse con la máxima ventaja. La ampliaron gracias a que los arbitrajes en Euroliga son serios (y no son una pantomima como en España). Una técnica al Bayern, una canasta invalidada por el Instant Replay y un 3+1 de manual para los blancos por falta a Randolph, colocó al equipo de Laso a las puertas del final del tercer cuarto con una ampliación de su renta hasta los +19 . Un arreón demoledor del Real Madrid dejó el partido visto para sentencia a falta de 10 minutos (71-52).
El Bayern Múnich, por orden de Radonjic, salió a tumba abierta para tratar de ir a por la épica en el cuarto tiempo de partido. Rebajó la diferencia blanca de +19 a 10 puntos y al Real Madrid Baloncesto le tocó ponerse el mono de trabajo, otra vez, para finiquitar el partido. Esa misión se la encomendaron a Sergio Llull que se confirmó como máximo anotador, por momentos, en el encuentro. También a Ayón que había jugado poco hasta el momento, tras el desgaste copero, y hubo show time para que Taylor se gustase con jugadas marca de la casa y se llegase a cumplir la media madridista de 91’7 puntos por partido en Euroliga. Los blancos terminaron su aplastamiento redondeando el marcador hasta los 91-78 con los que terminó la contienda. Los merengues siguen pisando fuerte en Europa, siempre que el arbitraje lo permita, claro está. Lo siguiente será el Clásico y eso ya será otra historia.
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