No había ninguna duda de que los blancos tienen en menta la eliminatoria con el equipo griego. Así, Laso reservó a Randolph y Taylor, además del lesionado Llull, y economizó esfuerzos sobre el parqué, pero cuando el Madrid se puso a jugar no se reservó nada y salió decidido a celebrar en pista la clasificación matemática para los ‘play-offs’, que consiguió este sábado sin jugar, y darse un festín ante del choque ante el Panathinaikos. La mejor noticia fue recuperar el acierto en el triple (14/32) y que Campazzo volviera a ser de los mejores -sin Llull y con Prepelic sin confianza, será pieza clave en la Euroliga-.
Aunque no fue nada fácil doblegar al equipo gallego. Simmons y Singler dieron la iniciativa al Obradoiro desde el 6,75, liderando el 6/12 en triples para ellos en el primer parcial, pero los de Laso se mantenía también en el choque desde el perímetro (20-22, primer cuarto) y con la intimidación bajo tableros de Tavares (9 puntos y 10 rebotes). El propio Singler, liderando un parcial de 1-8 a ‘triplazo limpio’, dio más más esperanzas a los de Moncho Fernández (37-43, minuto 17), pero Carrol y Rudy devolvieron el golpe con un 8-0 para colocarse a 2 al descanso (45-43).
El valer siguió en éxtasis tras el paso por vestuario y rompió el partido con un parcial de 19-2 (incluido un triple inverosímil a tablero) para poner tierra de por medio (64-48, minuto 25). A partir de ahí, el Madrid fue repartiendo esfuerzos de cara al ‘verde’ del Panathinaikos. En el último tramo, los de Laso se fueron relajando, pero mantuvieron la cómoda ventaja hasta el 94-70 final, la máxima del partido, con la vista puesta en la visita de Calatahes y compañía el próximo miércoles y viernes.
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