En el inicio de pretemporada vimos como Trey Thompkins no había llegado en buena forma a la vuelta a la competición, pero suponiendo que es un jugador con tenencia al sobrepeso y a descuidar su forma física no extrañaba en demasía, sin embargo lo que no podíamos presagiar es que a estas alturas de campeonato todavía no estuviera capacitado de ayudar a su equipo en la cancha debido a su sobrepeso.
Esta situación es inaceptable para el Real Madrid, y ya le han puesto sobre la mesa un ultimátum. Si el jugador quiere volver al equipo deberá perder el peso que le sobra y que le permita competir al máximo nivel, que es lo mínimo que se le pide a un jugador de esta categoría, y esto lo deberá hacer en tan sólo dos semanas, por lo que Thompkins ya puede tomárselo en serio sino quiere ser cortado por el equipo blanco, además este año su puesto en la rotación peligra con las nuevas incorporaciones.
El jugador nunca se ha caracterizado por poseer un físico privilegiado, ni por tener un gran despliegue sobre la cancha, sino por su exquisito tiro exterior y por la impasibilidad que muestra en todo momento, sin importarle lo que se esté jugando su equipo, esto le hace clave en los momentos más calientes del partido, por eso el club está presionando tanto al Ala-Pívot, porque saben de su importancia y les da rabia que un jugador con tanto potencial, se pierda por su mala cabeza y poca profesionalidad. En estas próximas semanas veremos si el jugador se endereza o si por el contrario el Real Madrid toma una determinación con él.
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