La puesta en escena del Real Madrid volvió a ser bestial. Un parcial de 9-0 de salida, con Campazzo a los mandos, invitaba a pensar en otro gran partido de los de Laso. Eso sí, las dos faltas de Tavares en los tres primeros minutos de encuentro afearon un tanto ese brillante arranque. A pesar de todo, el Madrid siguió dominando el primer cuarto con el trabajo siempre oscuro pero efectivo de Deck y un Campazzo especialmente acertado en todos sus lanzamientos (23-19, min.10).
El segundo cuarto no empezó nada bien. Los rusos, gracias a los triples de James y Voigtmann, lograron un parcial de 4-10 que les ponía por primera vez por delante en el encuentro (27-29, min.13). En este periodo asistimos a un festival de triples brutal por parte de ambos equipos. En el Madrid, Llull y Rudy con la escopeta bien cargada, en el CSKA, Voigtmann. A cañonazo limpio desde el 6.75 como demostró Randolph en la última jugada del cuarto. Al descanso, el Madrid volvía a mandar (52-48).
En el tercer cuarto, el Madrid volvió a ser ese equipo dominador que tanto daño hace a sus rivales. Los de Laso, con Randolph muy enchufado desde el triple, y con Deck bregando por cada rebote como si fuera el último, consiguieron frenar el acierto de tres puntos de un CSKA que se vio sorprendido por el ritmo blanco. El parcial de este periodo, 23-16, permitía al Real Madrid entrar en el último cuarto con una cómoda renta que administrar, 11 puntos (75-64).
Tras haber conseguido volver a escaparse en el marcador, el Madrid tenía por delante 10 minutos para gestionarse y saber rematar la faena. En todo momento, el cuarto estuvo igualado, una buena señal porque el Madrid se movía en esas rentas que rondaron siempre entre los 7 y los 11 puntos de ventaja. Los minutos pasaban y aunque Bolomboy pareció enchufarse por parte de los rusos, en los blancos Llull, Causeur y Rudy mantenían las distancias (79-68, min.36). El CSKA se veía impotente y no solo no conseguía acercarse sino que empezaban a perder los nervios. Alguna falta fuera de lugar y una técnica terminaron de abrir la distancia definitiva a favor de un Madrid que, al final, terminó ganando de forma holgada, por 16 puntos de diferencia (97-81). Tras un inicio irregular, el equipo de Laso remonta en Europa con 7 victorias y 3 derrotas en su casillero.
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