La puesta en escena de los merengues estuvo dirigida por un Campazzo especialmente acertado. Dos de sus tres primeros triples acabaron dentro. De hecho, a la finalización del primer cuarto estaba ya con 8 puntos en su casillero. Los ataques se imponían a las defensas, pero siempre con el Real Madrid por delante en el marcador (19-22, min.10).
En el segundo cuarto el equipo madridista probó la ‘vacuna’ de la que tantos años vivió, la de Ayón. El mexicano hizo 10 puntos en este periodo para mantener vivo a su equipo. Tavares empezaba a imponer su defensa por momentos (6 rebotes al descanso) y el acierto exterior de los de Laso permitía al Real Madrid irse al descanso con una renta más que interesante (37-44, min.20) (Micic confirma que tuvo una oferta para fichar por el Real Madrid)
Tras el descanso, el Madrid salió especialmente enchufado, con ganas de dejar liquidado el encuentro. Un parcial de salida de 0-13 puso a los de Laso con 20 puntos de ventaja gracias al acierto de Causeur y Deck (37-57, min 23). Sin embargo, a los blancos les volvió a llegar esa ‘pájara’ que suele aparecer cada vez que se van con una gran diferencia en el marcador y que permite al equipo rival volver a meterse en el partido. El 0-13 fue contestado con un 19-9 por parte del Zenit. El encuentro pasó de estar visto para sentencia a peligrosísimamente disputado (56-66, min.30).
El inicio del último cuarto no presagiaba grandes cosas para el Madrid. Un 8-3 para los rusos apretaba aún más el marcador (64-69, min.33). Sin embargo, al igual que sucedió el día en el que el Barcelona le remontó otros 20 puntos a los blancos, los de Laso sacaron la garra, el coraje y, sobre todo, el baloncesto. El equipo supo aguantar la embestida local, se agarró al partido y terminó ganando por abrasión. Campazzo volvió a comandar los ataques con acierto, Deck anotaba por tierra, mar y aire mientras que Tavares y Rudy, cada uno en lo suyo, fueron decisivos para iniciar un nuevo despegue del que el Madrid ya no se bajó. El resultado final de 71-86 denota la gran superioridad merengue a pesar de la ya clásica ‘torrija’ del equipo que en esta ocasión llegó en el tercer periodo.
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