El CSKA puso toda la carne en el asador’ para renovarlo y no perderlo porque es su mayor baluarte ofensivo y su continuidad estaba casi atada, pero todo se torció en los últimos días y el base estadounidense volverá a cambiar de aires después de llegar al club moscovita el verano desde el Armani Milán. No será nada fácil verle en el Madrid por 4 grandes razones:
1º. No hay urgencias deportivas. Pablo Laso cuenta con Campazzo (su marcha a la NBA parece lejana), Sergio Llull y Nico Laprovittola y aún debe decidir si apuesta por Carlos Alocén, una de las joyas del baloncesto español que está brillando en el Zaragoza. No hay duda de que Mike James es un anotador excelso (21.1 puntos, 4.3 asistencias y 20.9 créditos de valoración en 28:38 minutos y 28 partidos de la Euroliga), pero, a día de hoy, no tiene sitio en el Madrid.
2º La condición de extracomunitario. Laso ya tiene un quebradero de cabeza con los extracomunitarios porque cuenta con tres (Deck, Thompkins y Mickey) y siempre debe dejar a uno fuera del roster, así que la llegada del base aumentaría este gran inconveniente hasta el punto de ‘sacrificar’ a dos de ellos. (Noticia DC: la jugada maestra que podría hacer el Madrid con Prepelic)
3º. Su salario. Mike James percibe en torno a dos millones de euros, cantidad que apenas Tavares (3.3 millones de euros) y Llull (2.2) superan en el Madrid -Campazzo percibe 1.8 después de su renovación el verano pasado-. No solo por esta razón, sino porque el club blanco no puede hacer tal esfuerzo económico después de las últimas renovaciones del gigante caboverdiano y el base argentino y teniendo en cuenta la cancelación de la Euroliga.
4º. Las prioridades del club. A Laso se le puede avecinar un dolor de cabeza importante con los jugadores interiores. Mejri acaba contrato y, salvo mejora drástica de forma y juego, se marchará; Reyes, a sus 40 años, podría retirarse y Thompkins finaliza contrato también y aún no ha renovado. Así, el Madrid deberá reforzarse, pero no con un exterior y sí con un jugador que pelee bajo tableros.
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