Lorenzo Sanz desvela la estrella del Barça que quiso ver en el Madrid

El exjugador y exdirectivo del club blanco ha concedido una entrevista a Defensa Central para hablar de la actualidad de los de Pablo Laso y ha confesado que Jasikevicius le “encantaba”


Entrevista Lorenzo Sanz

Entrevista Lorenzo Sanz




Nunca lo tuvo fácil. El famoso ‘cuidado, este es hijo de’ lo ha acompañado toda su vida. Su padre, Lorenzo Sanz como él, fue presidente del Madrid entre 1995 y 2000 y ganó dos Copas de Europa (la ‘Séptima’ 32 años después y la ‘Octava’) pero Lorenzo, en este caso hijo, hizo su propia historia en el club blanco. Militó dos temporadas y, una vez perdió “la ilusión por seguir jugando”, no dudó en cambiarse la camiseta por el traje y la corbata para ser director técnico de la sección de baloncesto meses después. No le fue nada mal para no tener experiencia. Revolucionó la sección con algunos cambios y ganó la ACB en el año 2000, pero lo dejó semanas después porque su padre perdió las elecciones con Florentino Pérez y no le pareció “ético” seguir. Primera parte de la entrevista:

Pregunta: A día de hoy, ¿cómo estás después de todo lo que nos ha tocado vivir en el confinamiento y que a algunos ha tocado, tristemente, de forma directa como es tu caso?

Respuesta: Bien, estamos bien ya. El tiempo lo cura todo. Obviamente, ha sido un mazazo el fallecimiento de mi padre, pero la vida sigue y no tenemos más remedio que seguir. Es verdad que mi madre es a la que le está costando un poquito más porque ha pasado toda la vida con mi padre, pero bueno… Siempre lo tendrá ahí porque nunca lo va a olvidar, pero tiene cinco hijos y 17 nietos y le queda mucho por cuidar.

P: Tu padre cambió la historia del Real Madrid y tú también -no en tal magnitud-, en baloncesto, primero como jugador y luego como directivo. Comencemos por tu etapa de corto, ¿cómo fue tu experiencia en los Lafayette Leopards lejos de casa?


R: Fue algo increíble. Ahora, el mundo se ha globalizado mucho y todos conocemos mucho de lo que hay en Estados Unidos con la Liga Universitaria y la NBA, pero yo fui con total desconocimiento. Había ido dos veranos a hacer campamentos de baloncesto allí en Estados Unidos y yo estaba en el Madrid junior en aquella época, pero apenas llevaba dos años jugando al baloncesto porque lo mío era el fútbol. Pero me planto en los dos metros, hacía pruebas de fútbol y me decían, pero chico… Es que no existían los delanteros tan grandes, pero si hubiera sido hoy en día, cuidado, que a lo mejor estaba jugando al fútbol. Por eso acabé jugando al baloncesto, se dio bastante bien, pero es verdad que jugué muy tardo. Entonces, al acabar mi etapa junior en el Madrid, te tenías que plantar en profesional y era imposible porque apenas tenía dos años de experiencia baloncestística, pero todo cambió. Un entrenador en Estados Unidos me había visto el último verano y estuvo todo el año mandándome mensajes de “vente a la universidad, que lo vas a hacer muy bien”. Había una beca y era Primera División de la Liga universitaria (NCAA), así que dije “creo que es muy pronto para buscarme las ‘cosquillas’ en el baloncesto y me fui a la aventura pensando que era Primera. Llegué allí y la Primera División son casi 300 equipos. Era una de las universidades con menos nivel, pero bueno, fue toda una experiencia jugar en campos gigantescos y en sitios con gente muy apasionada por el baloncesto de forma descomunal, lo que no he visto aquí en Europa. Aquí vemos la NBA y es increíble y el baloncesto universitario no tiene ese nivel, pero una pasión como un balón dividido es la muerte y eso se siente, por ese tiene ese tirón y lo ven, se identifican con ese baloncesto. Fue una experiencia única, aprendí mucho, me puse muy fuerte. Fue otra etapa en mi vida y al segundo o tercer año me volví a España para jugar tres años seguidos en el segundo equipo del Madrid.

P: Y de América a Las Rozas y luego al Real Madrid, ¿cómo viviste ese brutal cambio?

R: Las Rozas era el vinculado al Madrid porque no tenía un Castilla y lo que tenía era un vinculado al que mandaban esos jugadores que salían de la etapa junior y que no estaban para subir al primer equipo y sí foguearse. Las Rozas estaba en Primera B, después de la ACB, y allí mandaron. Estuve un año y fue más complicado porque ya jugabas con gente mayor y te tenía que adaptar un poco. Luego en los otros dos años siguientes, que el vinculado era el Canoe, un equipo más joven para llegar al Madrid, ahí sí que fueron dos años increíbles con Tirso Lorente de entrenador. Mi progresión fue brutal y ya me sentí jugador de baloncesto. Era de los jugadores más destacados de ese Canoe y por eso mi subida al primer equipo.

LA LLEGADA AL PRIMER EQUIPO DEL REAL MADRID

P: Al llegar al Real Madrid, ¿cuáles eran tus aspiraciones y tus miedos en uno de los mejores clubes del mundo?

R: Yo cuando subo al primer equipo me quiero comer el mundo y no tenía miedo a nadie. Ya había dos temporadas con el primer equipo, físicamente era un auténtico animal y no me veía menor a los jugadores que había, pero bueno. Es verdad que no había tanta diferencia, pero de talento hablas de lo mejor que había en Europa. A ninguno de los dos entrenadores que tuve en Madrid en los dos años que jugué les convencí para jugar mucho. Jugaba minutos residuales, en los entrenamientos me lo curraba y defendía como el que más, pero tenía delante a lo mejor con Alberto Herreros, Alberto Angulo, Dejan Bodiroga y Mike Smith, que eran aleros y con quien tenía que pelearme. Entonces cuando llegué mi comía el mundo y en los primeros meses me di cuenta de que era muy difícil y costaba mucho ganarse los minutos y pasaba al lado contrario, a la decepción. Por eso, terminé esos dos años en el Madrid y me retiré. Se me quitó la ilusión por seguir jugando al baloncesto e irme a equipos menores, que tenía varias ofertas, y decidí retirarme de joven. Mi pasión era el Real Madrid y haber triunfado en el Real Madrid. Llegué hasta el Real Madrid, que ya es un mérito increíble, pero no triunfé y ahí se me quitó a ilusión por seguir.

P: Imagino que te tocaría sufrir los habituales comentarios de, ‘cuidado, este es hijo de’, ¿cómo los llevaste? ¿Te afectaron o te motivaban mucho más para seguir creciendo?

R: Eso es un clásico, lo he oído siempre y lo sigo haciendo. Es algo con lo que hemos convivido, mis hermanos que han jugado al fútbol y lo llevamos ahí colgado. Es una presión añadida, no es plato de buen gusto. Cuando yo estoy haciéndolo increíble en el segundo equipo, Pedro Ferrándiz, el que era encargado de la sección de baloncesto por aquel entonces, le dice a mi padre, que era el presidente “oye, vamos a subir a tu hijo al primer equipo” y mi padre dice que no puede ser, que ya había pasado lo de su hermano con el fútbol y ya tenía suficiente. Pedro le decía que lo está mereciendo y mi padre, al principio, se negó. (Pedro) Tuvo que acudir a Raimundo Saporta para que convenciera a mi padre de que me dejara subir. Mi padre se negaba porque sabía de esa presión que iba a tener él y yo y decía que me fuera a otro equipo. Pedro le decía “por qué no va a subir al primer equipo como otros que se lo han merecido por el hecho de llamarse Lorenzo Sanz”. En verdad dices “por qué no”. Así fue. Al final mi padre aceptó, obviamente hablaron conmigo también, que para mí era la mayor de mis ilusiones aun sabiendo de mi apellido y que iban a llegar críticas, pero no le tenía miedo nada porque tenía confianza en mi juego y no me echó para atrás.

DE JUGADOR A DIRECTIVO CON 29 AÑOS

P: Y poco tiempo después te retiraste, ¿por qué decidiste hacerlo y cambiar el pantalón corto y la camiseta por el traje y la corbata? ¡Parece una locura con 29 años que tenías!

R: Me retiro esa temporada y me tomó un tiempo sabático, me voy de luna de miel. Ya en septiembre, mi padre, que veía y yo también como jugador lo hacía que no había una persona que se encargase y tuviera una responsabilidad sobre ese equipo, dijo “acaba de ser jugador y quién mejor que tú para poder llevar ese equipo”. Para mí fue completamente inesperado y no estaba seguro como lo estaba de jugador para triunfar. Aquí tuve más dudas porque mi experiencia en oficina era nula. Pero es verdad que el haber convivido con mi padre, el tener carrera universitaria y el haber sido jugador me hacían tener unos conocimientos que no podía tener muchos. Al final, acabé aceptando el reto porque sí tenía la base para poder hacerlo bien. Luego, sin embargo, fue una etapa muy bonita y más gratificante que la de jugador. Se volvió a dejar lo de que ‘es hijo de’ como director de la sección, pero encima acabaron saliendo las cosas muy bien.

P: Y no te pudiste estrenar como directivo de forma más valiente y brillante, fichaje de un entrenador joven como Scariolo y el título de la ACB ante el Barcelona en el quinto partido de la final y en el Palau…

R: Salvando las distancias, es algo muy parecido a lo que hizo mi padre. Él hizo una revolución en el equipo y dentro del club porque se habían anquilosado muchas zonas del club y había que modernizarlo en todos los sentidos. Mi padre hizo una modernización, que luego es verdad que Florentino la llevó más allá y la inició deportivamente, que es lo que se ve de cara al exterior. Yo hice lo mismo, no tenía jefe de prensa, no tenía una secretaría porque había una persona al frente de la sección y no había nada más. Acometimos una buena reestructuración de la sección con una serie de gente que me rodease joven, preparada y muy hábil. Luego tuvimos la suerte de dar con la tecla deportiva también con el fichaje de Scariolo, que estaba en el Baskonia y yo creía que apuntaba muchas maneras y la historia me da la razón. Y con la base que teníamos de jugadores, acometimos varios fichajes que nos pudieran dar ese salto para aspirar a más. Al final, tuvimos ese éxito deportivo de esa manera tan dramática allí en ese quinto partido en Barcelona yendo de víctimas que refrendó una gran gestión por mi parte mirándome en el espejo de mi padre. La pena es que mi padre perdió esas elecciones poco después y yo presenté mi dimisión. Él sabía que la gestión en baloncesto se había hecho muy bien y me ofreció seguir, pero yo moralmente no lo veía y pensaba que no debía hacerlo porque había derrotado a mi padre. No me pareció ético.

P: Y semanas después como dices, Florentino gana las elecciones y te ofrece continuar en el club, ¿por qué decidiste no hacerlo tras tu gran estreno porque hiciste como Julio César, viniste, viste y venciste?

R: Si yo era un hombre de mi padre, ¿cómo me iba a ir con su rival Florentino? Con el tiempo dices, al final es nuestro Real Madrid y es lo que vale, pero bueno, en ese momento es lo que me salió. Mi padre nunca me dijo nada ni para bien ni para mal. La decisión era mía y así se quedó. Con el tiempo piensas porque no has seguido haciendo una de las cosas que más te gusta, pero estas cosas son así y pasan porque pasan.

LA PRESENTA ETAPA COMO COMENTARISTA

P: Te vimos de jugador, directivo y ahora como comentarista en Real Madrid Televisión, ¿cómo diste el paso y qué es lo más te gusta de todo ello?

R: Hace tres años me lo propusieron. En RMTV necesitaban de una persona para comentar los partidos de baloncesto, pero yo no tenía ninguna experiencia otra vez. Al final, hablar de baloncesto y del Real Madrid, es como si lo hablo fuera en mis círculos privados con mis amigos, es algo que lo llevas dentro. No me supone ningún esfuerzo y parece ser que ha gustado la manera en que lo hago y lo hablo porque ya llevo tres años.

P: ¿Dónde se sufre más? ¿Pista, palco o tribuna de prensa?

R: En el palco, sin lugar a dudas. Siendo jugador, ni te enteras porque tú estás centrado en salir y comerte el mundo y hacer todo lo mejor para tu equipo. No te das cuenta ni de los fallos y, si lo haces, dices a la siguiente lo voy a hacer mejor. En el palco se sufre muchísimo. Después de todo lo que hicimos, ahí se sufre mucho y yo eso ya lo había visto con mi padre, efectivamente luego lo sufrí yo. De periodista lo sufres, claro, porque es tu Madrid y como cualquier aficionado.

LA ACTUALIDAD DEL REAL MADRID

P: Afortunadamente el equipo no nos está haciendo sufrir mucho y Pablo Laso, temporada tras temporada, tiene al Real Madrid peleando por todo aún con la marcha de jugadores importantes como Mirotic, El Chacho o Doncic, ¿cómo lo valora?

R: La etapa que estamos viviendo es espectacular. Lo que se está haciendo colma todas las aspiraciones de cualquier madridista. Yo no solo ganar muchos títulos, sino pelear por todos. Es increíble lo bien que lo están haciendo, que hace que el equipo siempre esté peleando y el aficionado esté contento y feliz. Es una etapa maravillosa en la que hay que disfrutar. Se nos van unos, pero no sé cómo lo hacen para que lleguen otros y el equipo siga aspirando a todo. El mundo del deporte es muy complicado de acertar porque lo he vivido en primera persona. El hecho de que estén acertando continuamente es digno de elogio.

P: La supremacía del Real Madrid ha obligado al Barcelona a hacer ‘locuras’ como el proyecto que inició el verano pasado con el propio Mirotic, Abrines, Higgins, Davies y Delaney, ¿crees que es una apuesta arriesgada?

R: Es una manera de intentar cambiar el rumbo de todos estos éxitos que está teniendo tu máximo rival. Lo que pasa que, con un proyecto tan sólido como el del Madrid y con tanto de tiempo de duración, no es fácil, incluso, trayendo lo mejor de lo mejor como ha hecho el Barcelona. Es cierto que ha fichado mucho y bueno, pero, aun así, estamos viendo que el Madrid se siguen imponiendo con la Supercopa y la Copa del Rey. El hecho de comprar los mejores jugadores no te asegura nunca que puedas tener luego el mejor equipo.

P: ¿Cuál es su opinión sobre la cancelación de la Euroliga? ¿Era la mejor opción?

R: Me hubiera gustado terminar la Euroliga porque tenemos serias aspiraciones a ella, pero el problema este hace que no sea fácil y que realmente pueda darse la cancelación como otra opción. Podría haber pasado en la ACB, en el fútbol. Podía pasar y así ha sido. Entran tantos factores, que se haga o no se haga, pues tiene sus defensores y sus detractores. No vas a dejar contento a nadie porque es una pandemia y es muy jodida, que te voy a decir yo con lo que hemos vivido en mi familia, como para no tomárselo con muchas precauciones. Entiendo que la vida sigue y esto tiene que continuar tomando las mejores medidas posibles. Vamos a ver si han acertado o se han equivocado.

P: Y luego llega un mercado cargado de la crisis, pero el Real Madrid ha renovado a Carroll, Felipe y Thompkins y está a la espera de acontecimientos con el posible regreso de Alocén y la salida de Mejri, ¿cómo ves todo el mercado?

R: La suerte que tiene el Real Madrid es tener esa base sólida con la que llevan trabajando tanto tiempo y lo tiene fácil renovando lo que se tiene. Está claro que van pasando los años y los jugadores se van haciendo más mayores, pero todavía están ayudando al equipo como Carroll, Felipe Reyes y seguimos jugando como los ángeles. Lo mejor para el Madrid es que lo tiene en casa y para qué lo va a buscar fuera. Cuando en otros años se te ha ido alguien, tienes que pensar en reforzar ese puesto en concentro y ya está. Entiendo que Alocén es un proyecto de futuro brutal y que, si lo suben al primer equipo, es porque pensarán que puede ayudar.

P: Si Mejri finalmente sale, ¿ves factible la llegada de algún galáctico como Udoh o es muy fantástico?

R: Ya veremos. Si sale Mejri, el Real Madrid buscará lo que mejor le conviene, pero los galácticos ya los tenemos en el club. Puedes buscar alguien de renombre o que te dé mucho en la cancha. Hay que esperar porque en los últimos años nos tienen acostumbrados a acertar y a dar con la tecla de un buen fichaje.

P: ¿Cuál es su opinión con Alocén? ¿Lo ve con protagonismo sin olvidar los ‘miura’ que tiene por delante como Campazzo, Llull o Laprovittola?

R: Lo está haciendo en el Zaragoza fenomenal. Se está ganando ir a un equipo como el Real Madrid, pero es muy joven y tiene mucho que aprender. Yo entiendo que va a aprender mucho y eso le va a venir muy bien. No va a jugar tanto y no va a ayudar tanto como los que tiene el Real Madrid, pero va a jugar y tiene que ganarse los minutos. Maneras se le ven y apunta a lo más alto. El hecho de que el Madrid ya lo haya fichado y piensen que puede formar parte de la primera plantilla el año que viene, es algo increíble para el jugador.

P: Tampoco podemos olvidar el interés de la NBA en Campazzo y Tavares, ¿cómo debe encararlo el equipo? Las cláusulas son altas, pero los propios jugadores ya han reconocido que les gustaría ir a largo plazo.

R: Tavares ya ha estado allí. Una vez que has estado, si la NBA, su equipo, no ha visto por lo que sea que podía ayudarles, una cosa rarísima, aunque ya hemos visto todo lo que ha hecho y sigue haciendo Tavares en el Madrid, que es increíble. Campazzo no ha estado allí y, haciendo todo lo que está haciendo, es normal que la NBA se fijé en él, pero el Madrid lo renovó y le puso una cláusula bastante potente, que en el NBA no están acostumbrados a pagar las cláusulas por un jugador. Yo no lo veo tan claro. Facundo es joven y, muy conscientemente, habrá pensado que ha renovado muy bien con el Real Madrid por muchos años y que, tranquilamente, después de esos años, puede ver si tiene nivel para ir a la NBA. Ahora mismo no lo veo como para ir, desde luego.

P: De hecho, Campazzo suena para los Mavericks de Luka Doncic, ¿cómo valora la etapa del esloveno en el Madrid? ¿Dominará la NBA?

R: En el primer año, su año de rookie, lo hice increíble, pero puedes tener alguna duda. Después de lo que hemos visto en este segundo año, no tengo ninguna duda de que Luka va a triunfar en la NBA y va a hacerlo como lo está haciendo ya, increíble.

P: ¿Hay algún jugador que te hubiese gustado ver en el Real Madrid y qué fue fuese una opción real para el equipo?

R: Michael Jordan (risas). Hay muchos jugadores europeos que han sido buenísimos y que han podido llegar al Real Madrid. A mí me gustaba Papaloukas, un jugador griego muy alto y tenía un dominio espectacular. Jasikevicius, a pesar de que era jugador del Barcelona, me encantaba.

P: Hablando de los mejores de Europa, Llull está entre ellos para muchos, ¿te parece que está en el punto de mira de El Palacio por su rendimiento después de su lesión?

R: Tú sabes la exigencia del público madridista en todos sus jugadores, que es máxima. Entonces, cuando hay un jugador que le han visto hacer lo que ha hecho y que ahora ha bajado un peldaño, hay gente que se pone nerviosa enseguida. Yo creo que la gente que le silba es injusta con un jugador que le ha dado todo al Real Madrid y ha hecho lo que ha hecho. Quizás no está en ese nivel de excelencia en el que estaba, pero sigue ayudando mucho.

P: Como anécdota, has contestado en las últimas semanas a Morata y Futre por las redes sociales, ¿por qué decidiste hacerlo? El cariño del madridismo no le ha faltado.

R: El cariño del madridismo, que ve reflejada en mí la figura de mi padre, sobre todo después de todo lo que ha pasado. Yo no soy de redes sociales, de hecho, no era nada activo, pero es verdad que, durante este confinamiento, como que me ha activado un poco más con lo de mi padre. Yo soy madridista a muerte y, como es lógico y normal, defiendo al Madrid siempre. No me gusta meterme en ningún charco, pero, cuando veo que por lo que sea hay alguien que habla de mi club, que lo siento como parte de mí y de familia, de manera mala o despectiva, yo nunca entro, pero he salido a defenderlo en ese par de ocasiones que he visto como atacaban a mi club. Lo he hecho desde el respeto, nunca faltando a nadie y de una manera señorial como lo he hecho. Ya está, nada más, por eso hice lo que hice, tanto con Futre como con Morata, sin darle mayor importancia. Es verdad que todo el madridismo me ha agradecido como ya es hora de que alguien les pare los pies a esta gente. Ya sabes que este mundo es así. Yo entiendo que el Madrid es un club señor y no tiene que meterse en ningún problema o lío como estos, menores. Salí a defenderlo porque me pareció la normal. No hay que darle mayor importancia. Seguiré haciéndolo, ahora que he cogido el gusto a las redes y, si veo que atacan a mi club, el primero en salir a defenderlo será yo.