Suma y sigue: el Real Madrid de Laso también culmina su semana grande

La semana fantástica de la sección de fútbol… se ha trasladado, por igual, al baloncesto. Semana fantástica para el madridismo. Pleno total de victorias. Hoy ante el Unicaja, el líder, volvió a implantar su dominio post Campazzo y siguió manteniendo su racha. Los madridistas ganaron por 91-84 en el WiZink Center al equipo de Luis Casimiro. 14 de 14 y que no pare la fiesta para los de Pablo Laso. Otro Real Madrid al que habían enterrado antes de tiempo…y no escarmientan.

Los de blanco pusieron la directa, en modo campeón, con Garuba poniéndose en 8 puntos y dando un recital en los primeros tres minutos de partido. También resaltó la figura de Carlos Alocén, en la asistencia, dándole verticalidad al juego merengue. El Unicaja, con las bajas de Alberto Díaz y Gal Mekel, pero igual de pelón y combativo. Deon Thompson, en la línea exterior, por su buen hacer, llevaba el primer periodo al límite (20-16) a pesar del buen arranque de los de Laso. Al Madrid le condenaba no hacer faltas y andar contemplativo en la tarea defensiva.

En el segundo asalto del partido siguió todo apretado (37-33). Ambos equipos fallaban en los rebotes y perdonaban en el porcentaje desde la línea de 6’75. Lo que sí que entró en Burgos, hasta ese momento, se iba fuera. Se pusieron en un 8, los madridistas, pero los malagueños supieron meterse en el choque y redujeron la diferencia a lo que ya se tenía antes de que se empezase el periodo. 4 para ir al descanso por culpa de las múltiples pérdidas.

Tras el descanso se conectaba Francis Alonso (23 pts) con 5 triples de 6 intentos y también ayudando en la labor defensiva del Unicaja. En el Real Madrid salía Laprovittola para convertir en un face to face, un uno contra uno, muy interesante.  Sergio Llull, en la defensa, anulaba el efecto Francis y permitía que rematasen Thompkins, Deck, Taylor o Tavares en el contragolpe. Se llegó con un 67-58 para terminar el tercer cuarto y fue el mejor marcador posible. 30 puntos solo en el tercer periodo y llevaba 37 en la primera mitad. Ese arreón fue clave para ganar.

El Real Madrid sentenció la contienda en el Palacio de los Deportes y lo hizo agarrado a Llull, como en el tercer cuarto, y a esas transiciones de defensa-ataque del crack de Mahón. Pura vieja escuela para dominar. El Unicaja quiso meterse en el partido y lo intentó con Brizuela y forzando una cuarta falta de Tavares. Se quedó en balas de fogueo ese último intento para remontar por el acierto de, precisamente, el gigantón caboverdiano. Los de Laso culminaron la faena con un 91-84 y ya piensan en el doble duelo continental, de máxima dificultad, ante Panathinaikos (martes) y Olympiakos (viernes).  No hay freno.