El equipo de Pablo Laso se impuso en el Palacio al conjunto murciano por 98-97.
A pesar de que ya se ha convertido en un clásico, el Real Madrid inició este martes una nueva semana larga, de las de tres partidos. Este martes, en el Palacio de los Deportes, recibía al Murcia en un encuentro que tuvo que ser aplazado el pasado 4 de enero (se jugaba el día 10) por culpa del coronavirus y varios contagios dentro del equipo murciano.
El inicio de partido del equipo de Laso fue algo frío. El Murcia empezó mejor, con un parcial de salida de 5-11 en apenas tres minutos. Evidentemente, demasiados puntos en contra para tan poco tiempo jugado con el consiguiente enfado del entrenador del Real Madrid. Los visitantes amagaron con dar un estirón en el marcador llegando a ponerse con un inquietante 14-23 (min.6). Alocén y Garuba eran los encargados de liderar la anotación del equipo y de frenar el conato de despegue murciano (19-23, min.8). Eso sí, la defensa del Madrid no existía, era martilleada con suma facilidad por un Murcia que superó los 30 puntos en apenas 10 minutos, una salvajada (24-32, min.10).
Como si de otro equipo se tratara, el Real Madrid salió al segundo cuarto con las ganas de cambiar su nefasta puesta en escena. Y lo hizo. Un parcial de salida de 14-2, con Llull enchufando como en sus mejores noches, devolvió a los de Laso el mando en el marcador (38-34, min.12). Al final, y a pesar de que el Madrid llegó por detrás al descanso, la sensación era de que si el equipo se ponía las pilas y apretaba tenía que llevarse este partido (47-51, min.20).
Tras el paso por los vestuarios vimos una versión más sólida por parte del Real Madrid. Los de Laso no solo recuperaron la delantera en el marcador, que también, sino que empezaron a dar señales de clara mejoría en ambos lados de la cancha, especialmente atrás, su gran lunar durante toda la noche. El Madrid entraba al último cuarto con una renta más que interesante, 13 puntos de ventaja (73-60, min.30).
La buena noticia para los blancos fue que esa renta ya no volvió a peligrar durante los últimos 10 minutos. Los de Laso supieron economizar esfuerzos para llevarse una nueva victoria en la ACB (98-87) y seguir conservando, de forma holgada, la primera plaza de la fase regular de la competición.
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