Las últimas semanas han servido para confirmar lo que ya se sabía, que Walter Tavares es actualmente el jugador más determinante de Europa. Sus actuaciones más recientes y la influencia que tiene en el juego del Real Madrid así lo acreditan.
El pívot ha sido el más valorado de su equipo en ocho de los 10 últimos encuentros. Desde que se fue Facundo Campazzo a la NBA, ha liderado la estadística en 21 de los 35 partidos del conjunto blanco. Y en el global de la temporada, lo ha hecho en 27 de los 58 disputados hasta la fecha.
El rendimiento que está ofreciendo Tavares no ha pasado desapercibido para la NBA, siempre atenta a los mejores jugadores al otro lado del Atlántico. Del Madrid ya volaron rumbo a Estados Unidos piezas importantes como Nikola Mirotic, Sergio Rodríguez, Luka Doncic o el propio Campazzo. La marcha del pívot sería un golpe durísimo para los blancos, que pueden vivir un verano ajetreado.
Han sido varias las franquicias de la NBA que han preguntado por el pívot de 2,20 metros. Para tranquilidad del Madrid, el gigante no piensa moverse.
Sólo una oferta mareante podría hacerle cambiar de opinión y no parece factible que pueda llegar. La mayoría de las propuestas son para salir desde el banquillo y Tavares prefiere seguir siendo decisivo en el equipo blanco antes que arriesgarse a una nueva aventura americana.
LA PROMESA DE TAVARES AL MADRID
El Real Madrid tiene la promesa del jugador de que no se irá, a pesar de que la NBA sigue pensando en él. Su espectacular temporada, con cifras de récord, ha vuelto a levantar el interés en EEUU por el gigante que ya estuvo allí pero no destacó.
En el Madrid son conscientes de que Tavares se está saliendo y que eso va a seguir atrayendo interés por parte de la mejor liga del mundo. (enfado en el vestuario del Madrid por el menosprecio a la Atalanta)
Sin embargo, el club tiene la promesa del jugador de que no quiere irse, que está muy feliz en el club y en la ciudad, y que no entra en sus planes jugar el curso 2021-22 en la liga norteamericana.
El gigante de 2,20 m siempre ha tenido una cuota importante de protagonismo desde que llegó ya comenzada la temporada 2017-18, pero su impronta aumentó tras la marcha de Facundo Campazzo a la NBA el 23 de noviembre, y creció más aún tras la grave lesión de Anthony Randolph el 18 de diciembre. Tanto, que a día de hoy da la impresión de que el pívot es más de medio equipo.
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