El Madrid revienta el Palau con un partidazo y se lleva el Clásico a lo grande

El equipo de Pablo Laso, muy mermado físicamente, sacó su espíritu guerrero y le ganó al Barcelona de los Mirotic, Gasol y compañía de la mano de Vukcevic y Garuba.


Rudy Fernández

Rudy Fernández




No puede negarse que este Clásico le llegaba al Madrid en un momento que, siendo benévolos, podríamos calificar como ‘regular’. A tope de cansancio, con la baja de Deck, con espantada de última hora hacia la NBA, y con la sensación de que acudía al Palau ante un equipo que, por decirlo suavemente, se reservó en su partido de Euroliga del viernes para ‘regalarles’ a los blancos al rival más difícil en el play-off.

Eso sí, a pesar de que las cosas les saldrán mejor o peor lo que no se le puede negar a este Madrid son ganas, coraje y espíritu. Pueden estar hundidos, pero rematarlos no es tan fácil. Se lo demostraron al Barcelona desde el arranque del choque.

De hecho, el cuadro de Laso empezó la tarde con un 0-7 de salida, señal evidente de que no habían elegido Barcelona como ciudad para pasear durante la jornada dominical. Con el mando de Laprovittola, uno de los jugadores más afectados por los últimos acontecimientos de mercado y el fichaje, cerrado a falta de oficialización de Henry, el Real Madrid estuvo por delante durante los 10 primeros minutos sin que los locales fueran capaces de voltearles el luminoso (15-20, min.10).

El planteamiento de Laso fue de manual. No sólo dejó a Mirotic con cero puntos en el intermedio (Gasol también se quedó en cero en los ocho minutos que jugó al descanso) sino que dos de las jóvenes piezas de la cantera, Garuba y Vukcevic, se convirtieron en dos armas letales para desarbolar a un Barcelona que estaba maniatado por un Real Madrid espectacular. Además, la aparición estelar de Rudy Fernández, dejaba a los blancos con una buena renta en el intermedio, 9 puntos arriba (33-42, min.20).


El tercer cuarto arrancó de nuevo con un Madrid sólido. Los blancos controlaban el encuentro y llegaron a coger una renta de 12 puntos. Eso sí, las quejas de Jasikevicius a los árbitros empezaron a cambiar el partido.  A los de Laso comenzaron a pitarles faltas personales por un tubo. Regalos para los Mirotic y compañía que, en ese registro, el de recibir faltas por nulos contactos, se mueven como peces en el agua. Con el paraguas arbitral bien abierto, el Barcelona se acercó en el marcador (47-51, min.25). Pablo Laso pidió tiempo muerto. A Tavares le habían señalado su cuarta falta y ya era demasiado despiporre por parte de los del silbato.


Rudy y Abrines

Y es que después de toda la leña, de toda la ‘estopa’ dada por los culés durante el tercer cuarto, entraron en bonus a falta de 29 segundos para el final de este periodo. Algo incomprensible. Muy de arbitraje de ACB. Con todo, el Madrid logró sobrevivir al chaparrón arbitral y, como mal menor, entrar al último periodo con una renta a su favor (57-59, min.30).

GARUBA Y VUKCEVIC, IMPARABLES

El Madrid sorprendió nuevamente con su puesta en escena en el último periodo. Parcial de 0-8 de salida, con Rudy y Vukcevic haciendo ‘sangre’ en el aro culé. Los de Laso volvían a lograr un colchón de 10 puntos a su favor. Jasikevicus, el señor de las protestas, pidió tiempo para frenar el acelerón blanco.

Después del adiós de Deck parece que Pablo Laso va a seguir dándole galones (más) a Garuba. Su nombre suena cada vez con más fuerza para acabar en la NBA, sin embargo, y mientras siga en Madrid, su potencia y, además, su evidente mejora en el lanzamiento hacen de él un jugador más que aprovechable. Un costa a costa suyo finalizando en mate fue una de las acciones del partido (61-74, min.33).

Era el partido de los ‘niños’ y Vukcevic se iba a encargar de confirmarlo con un triple a falta de un minuto para el final que volvía a darle aire al Madrid después de que el Barcelona, con la quinta falta de Tavares incluida, se hubiera acercado (74-81, min.39). Con todo, el partido se resolvió en los segundos finales. Mirotic puso por delante al Barcelona a falta de 10 segundos pero una acción decisiva de Laprovittola, con un 2 1, le dio la victoria al cuadro de Laso en un final de infarto (85-87). El Madrid lo tuvo ganado, luego perdido, y al final se lo llevó.

El equipo de Laso, aun con sufrimiento tras alguna pérdida absurda, se llevó una victoria no solo merecida sino bestial de la mano de sus canteranos ante el equipo de la chequera. Menuda cura de humildad para los culés. Vaya dos bofetones deportivos que se han tragado este fin de semana, ¡el Madrid es así!