El Real Madrid nos hizo soñar con el milagro y cayó de pie en Turquía

El Real Madrid ha perdido (88-83) frente al Efes.


Efes-Real Madrid

Efes-Real Madrid




Orgullo. La crónica no se podía empezar de otra forma. Daba igual el resultado. Fuese positivo, fuese negativo o si jamás se hubiese llegado al quinto partido. El Real Madrid de Baloncesto hace que estemos orgullosos del equipo. Sea como sea. Saben que para lucir el escudo redondito en el pecho deben mostrar su madridismo. Desde el primero hasta el último. El Madrid se lo ha ganado y ha buscando una épica imposible en Estambul, pese a no haber conseguido pasar a la Final Four. No salen más palabras del teclado, más allá que se ha muerto con la cabeza bien alta en Europa.

En el Sinan Erdem. Ante el increíble Anadolu Efes de los Larkin, Micic, Beauvois, Singleton. Con un parcial global de 2-0. Sin la máxima estrella (Campazzo), sin la aspirante a serlo (Deck), con la enfermería llena media temporada y llegando al duelo decisivo con Randolph en la misma. Con Tavares y Thompkins entre algodones. ¿Alguien da más? Pasase lo que pasase era para estar orgullosos de llegar hasta ahí. Sin olvidar que los de Pablo Laso marchan líderes en la Liga ACB.

Thompkins y Tavares, por cierto, llegaban entre algodones, pero sí que estaban presentes en pista. Mucho más lejos del nivel competitivo de sus compañeros, sí, pero con la misma intensidad y ganas de querer colarse en la finalísima. Alocen se puso la capa del héroe madridista, en el primer cuarto, con 7 puntos y mostrando un buen estado de forma. 18-21, terminó el primer cuarto, de máxima igualdad, pero muy distinto al guion que nos dejó los dos primeros partidos de la serie con ventajas amplias de los otomanos.

Si Alocen tenía la capa de héroe por los blancos, por parte del Efes era Singleton el que estaba firmando un partidazo con carácter y pundonor. Larkin, desactivado en el triple, pero podía aparecer en cualquier momento. El choque entró en un intercambio de triples, de golpes, de tú a tú, y se llevaba el gato al agua 36-41, al descanso, el equipo de Pablo Laso. Los nuestros llegaron a ponerse con 6 puntos, de máxima ventaja, en el electrónico.


El Efes arrancó la moto y dejó, de la nada, esa ventaja… en nada. Remontaban y la cara de Laso lo decía todo. Buscando respuestas en la pizarra, mientras que los locales entraban en el delirio. El tercer cuarto terminó con un 60-57, igualado, que lo dejaba todo para que se resolviese en los últimos diez minutos de partido.

El partido y la eliminatoria estaban en un pañuelo (71-69, a falta de 5:37), mientras que Edy Tavares veía la cuarta falta personal, dolorosa, para darle más épica al asunto. Nicolás Laprovittola cogía las riendas del carro y colaba dos triplazos para sobrevivir (73-75, a falta de 3:18) y Larkin se la devolvía para poner el 78-75 (a falta de 2:21), pero Abaldé ponía el 78-78, acto seguido, a 1:48 del final. No apto para cardíacos lo que se veía en el parqué de Estambul. El billete de Colonia, sin dueño a falta de 2 minutos. Cualquier detalle lo podía decidir.

Simon clavaba un triple y le daba esa mínima ventaja, tras un previo error de Llull, a menos de 60 segundos para el desenlace. Llull, en la réplica, fallaba su tiro de tres y Efes ya se veía en la Final Four de Alemania. A Tavares le pitaron una falta en ataque y se acabó la historia con un 88-83. Solo quedaba aplaudir a los que iban de blanco.