Randolph volvió 351 días después coreado por la grada: el banquillo estalló

Tuvo sus primeros minutos ante el Casademont Zaragoza


Randolph

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Casi un año ha tenido que pasar, 351 días para ser exactos, para que Anthony Randolph vuelve a ser feliz sobre una pista de baloncesto. Todo ese tiempo ha estado parado desde que se rompió el tendón de Aquiles la temporada pasada ante el Olympiacos. Pero su regreso se produjo en Zaragoza.

Faltaban tres minutos para que terminase el primer cuarto, y en una falta de Radoncic, aprovechó Laso para dar entrada al ala-pívot norteamericano. Saltaba al parqué en sustitución a Vukcevic y en ese momento la grada comenzaba a corear su nombre.

Y es que no lo ha tenido que pasar bien en todo este tiempo. Es difícil dejar a tu equipo con un hombre menos para toda la temporada, y más cuando la rotación del equipo se había quedado más corta tras la marcha de Campazzo, y meses después de Deck. Por eso la gente quiso tener ese reconocimiento.

A partir de ese momento, es lógico que las miradas se centraran en él. Había muchas ganas de ver sus sensaciones y como se encontraba después de tanto tiempo parado. A veces cuesta volver a coger ritmo e incluso puedes ir con miedo a volverte a romper en las primeras jugadas.


Pero a tenor de lo visto en el pabellón Príncipe Felipe, no parece que eso le vaya a afectar. Estuvo intenso, luchando por los rebotes e incluso realizando una buena defensa. También estuvo vivo en las transiciones ataque-defensa, aunque deberá seguir cogiendo ritmo en los entrenamientos.

Aunque, lo que más ilusión le habrá hecho será volver a anotar una canasta. Y tardó poco más de un minuto en hacerlo. Abierto en la línea de tres, recibió un pase de Hanga, no dudó en levantarse y enchufarla. Tanto tiempo después, parece que hay cosas que no han cambiado para él. Y es que ese tiro es muy habitual en su juego.

Pero lo más llamativo fue ver la reacción de sus compañeros. En cuanto el balón salió de sus manos y atinó con la canasta, el banquillo saltó a celebrarlo. Estallaron de alegría, una muestra de las ganas que tenían de ver de vuelta a un jugador que es muy querido dentro del vestuario.

Laso ya tiene al primero de los 'fichajes' que esperaba contar en este tramo final antes de que finalice el año. Una pieza más para el juego interior y que le permitirá tener más opciones en la rotación. Es una gran noticia la vuelta del jugador, sobre todo con las buenas sensaciones que ha dejado.

Una victoria sufrida

A pesar de que el marcador reflejó una abultada victoria, 65 a 86, lo cierto es que el Madrid sufrió hasta el último cuarto para sellar su undécima victoria consecutiva entre Liga Endesa y Euroliga. El Casademont Zaragoza se llegó a poner a tan sólo 6 puntos en el último cuarto, pero un gran Llull y un acertado Heurtel apuntalaron el triunfo.