Trabajada victoria del Madrid en un duelo marcado por los triples: se adelanta en la semifinal

Si el Madrid ya estaba teniendo problemas con los bases esa temporada, a la lesión de Williams-Goss se suman los problemas de Abalde que no llegó al primer duelo ante el Baskonia. Laso tuvo que tirar de Hanga, acompañado de Causeur y Taylor en la línea exterior. Pero el húngaro no dio resultado. Un par de faltas dudosas le señalaron y le mandaron al banquillo.

Fue entonces cuando entró Llull y comenzó su show. 3 triples seguidos para sofocar el conato de incendio, y otro más de Rudy, aplacaban los intentos de Giedraitis y Fonecchio de adelantar a los vitorianos en el marcador. Y es que la vieja guardia siempre está cuando se la necesita. Aun así se echaban de menos los puntos en la pintura, desde los 4 primeros del partido de Tavares.

Con todo ello se con un marcador igualado (22-19) y mucha tensión al final del primer cuarto. Los blancos protestaban unos pasos no pitados, y la permisividad en algunas jugadas con la defensa rival. Pero el juego atrás de los de Laso estaba siendo muy intenso, y la lucha por el rebote les daba ventaja, 7 ofensivos y 7 defensivos en los primeros 10 minutos.

En el segundo cuarto, Rudy enchufado desde el triple, pero no era suficiente para despegarse en el marcador. Los de Spahija aguantaban el envite. Pero el Madrid nota cuando tiene un base puro en pista, y con Núñez empezaron a mover la bola con más decisión. El joven canterano demostró que tiene una visión de juego única, con pases imposibles que sus compañeros convertían en canastas.

Sólo le faltaba anotar, y tras fallar sus primeros tiros y pillarse un cabreo considerable, Laso saltó para animarle y el WiZink respondió al unísono con un gran aplauso, agradeciendo la implicación y el esfuerzo del joven base. Pero ninguno de los equipos tiraba la toalla. Costaba anotar y sólo el gran acierto desde el perímetro, mantenía un tanteador alto al descanso, 44 a 42.

El Madrid salió de vestuarios con ganas de abrir brecha en el marcador, y con 2 triples, uno de Yabusele y otro de Causeur, se marcharon 54 a 42. Parcial de 10 a 0 nada más salir al tercer cuarto, que obligó al tiempo muerto vitoriano. No eran capaces de atacar la defensa de Laso, pero aun así, se agarraban al partido como podían, gracias a los triples. Aunque el que sí estaba acertado era Fabien, dando un recital en este cuarto.

Pese a todo, un par de decisiones de Poirier no gustaron a Pablo, que pidió tiempo muerto, echó la bronca a Vincent y trató de parar la reacción baskonista. Con todo lo que ocurrió en el tercer cuarto, el Madrid logró una pequeña renta, 74 a 63, aunque iban a tener que trabajar mucho, sobre todo en defensa, si querían asegurarse el primer punto de la eliminatoria.

Y así ocurrió, aumentó la intensidad atrás, comenzaron a recuperar balones y en dos contragolpes seguidos se repitió la jugada, falta a Yabusele para cortar el avance. La primera los colegiados no atendieron las quejas, pero la segunda, tras revisarla, sí que la señalaron como antideportiva. Los 2 tiros fueron dentro, un triple de Taylor y un gorro de Guerschon, que dijo que en su zona no, empezarona sentenciar el encuentro.

Con 5 minutos por disputarse, el Madrid gozaba de una renta de 19, más que suficiente para afrontar el tramo final sin muchas apreturas. Eso permitió a Laso dar minutos a Klavzar, que ya debutó en Euroliga ante el CSKA. Al final Baskonia consiguió maquillar el resultado para dejarlo en un 94 a 84. Trabajado triunfo del Madrid, que logra una importante victoria para conseguir el primer punto de las semifinales. El sábado afrontaran el segundo encuentro con la motivación por las nubes, intentando llevar la serie a Vitoria con el 2 a 0 en el marcador.