Hay momentos en la vida de un deportista que son especiales. Más allá de los títulos, los triunfos apoteósicos en el último segundo o una gran noche en la que Dios se reencarna en la figura de un jugador en concreto, hay datos que, sin llegar a traducirse en una copa o un trofeo que depositar en la estantería de casa, llegan más al corazón del protagonista. Al suyo propio y al de aquellos que le quieren. También al de los aficionados que le admiran semana tras semana.
En un mundo como este, en el que los sentimentalismos habitan en las papeleras, es emocionante encontrar jugadores afines a unos colores. Lealtad y fidelidad son palabras que, por desgracia, no suelen llevarse bien con los deportistas y sus equipos. Por todo ello, Zaragoza, Madrid y el mundo del baloncesto en general, deberían aplaudir a un hombre: Louis Bullock. El ‘22’ del Real Madrid igualará esta tarde a Joe Arlauckas como el extranjero con más partidos en liga con la camiseta del Real Madrid. En total, 169 choques portando el inmaculado blanco de la camiseta del club más laureado del continente. Chapeau para el americano más español del mundo.
Con Bullock de enhorabuena, el equipo blanco no tiene otra opción que la victoria en Zaragoza. Todo lo que no sea un triunfo en tierras mañas sería un paso atrás tan frustrante como ilusionantes habían sido las cinco últimas victorias del equipo de Joan Plaza (ante Joventut, Armani Jeans Milán, Iurbentia Bilbao, Kalise Gran Canaria y Efes Pilsen). Con Llull, Felipe y Raúl como padrinos de ceremonia de Bullock, Massey y Hosley como ‘damas’ de honor y Joan Plaza como director de orquesta, el Real Madrid querrá salir de Zaragoza como si lo hiciera del Cabo Cañaveral. Como un cohete.
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