Campazzo tenía claro que quería apurar sus opciones de seguir en la NBA. Iba a aceptar cualquier oferta, aunque era consciente de que eso podría tener consecuencias, como así están ocurriendo.
El base argentino está pasando una situación insostenible. Él sigue concentrado en hacerlo bien, ganarse un hueco en la rotación y aprovechar las oportunidades que tenga. El problema es que estas no llegan.
El pasado 28 de octubre, el Facu aparecía en pista por última vez. 3 minutos jugaba en la victoria de su equipo ante los Nets. Pero desde entonces, había desaparecido totalmente.
Los partidos iban pasando, seis para ser exactos, y seguíamos sin ver a Campazzo sobre el parqué. Está claro que no está entrando en la rotación, y no cuenta mucho para su entrenador.
En el último duelo, ante los Wizards, sí que volvió a atarse los cordones para saltar a la pista. Sin embargo, tan sólo estuvo 10 segundos en cancha. Un pobre bagaje que empieza a cerrarle las puertas de la NBA.
Y es que, viendo lo poco que está jugando, y que su contrato permite que en el mes de enero la franquicia de Dallas pueda cortarle sin tener que pagarle su contrato íntegro, su regreso al Real Madrid parece más cerca.
El propio Campazzo confirmó recientemente que intenta ver todos los partidos del conjunto de Chus Mateo. Está claro que es su única alternativa a la NBA, y cada vez hay más posibilidades de que sea el gran refuerzo invernal.
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