Liderazgo, clase y compromiso son los credenciales de Felipe Reyes que, esta temporada, se ha puesto la capa de superhombre y está tirando del carro blanco en los buenos y en los malos momentos. El cordobés, MVP de la ACB, ha madurado y Joan Plaza ha sabido darle los galones que Felipe ha exigido gracias a su rendimiento en la cancha.
Si Felipe es la cara alegre del Real Madrid, Papadopoulos es la cruz. El griego, que nunca se ha adaptado a la ciudad de Madrid ni a los planteamientos de Plaza, parece haber tirado la toalla de forma definitiva. Su nula participación en las últimas jornadas (no juega en ACB desde el triunfo del equipo en Badalona) ha disparado las sospechas sobre su inminente salida. De hecho, en el mercado ruso comenzó a sonar el pasado fin de semana el nombre de Lázaros como posible refuerzo estelar. El Khimki de Garbajosa y Delfino parece dispuesto a afrontar el salario de Lázaros (más de 2 millones de euros limpios por año) aunque el principal inconveniente para que el heleno firme por el cuadro ruso es que éste no disputa la Euroliga.
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