Los blancos se medirán a los griegos el próximo domingo a partir de las 19.00. Sí, efectivamente, coincidiendo en horario con el partido de Liga del equipo de fútbol en Mestalla (los de Ancelotti juegan a las 18.30). De esta forma, y no es la primera vez, el madridista se vuelve a ver en la obligación de tener que elegir entre ver al equipo de Mateo en la final de la Euroliga o al de Ancelotti en un partido ya intrascendente de la Liga. Es más, hasta Florentino tendrá que hacerlo y quedan pocas dudas de lo que hará el presidente, apoyará al equipo de la canasta en Kaunas. Lo ha hecho en muchas ocasiones y, salvo cambio de última hora, lo volverá a hacer.
El Madrid de los milagros, el Madrid de Tavares, que ha reventado al Barcelona en las ‘semis’, el Madrid de los Llull, Sergio Rodríguez, Rudy Fernández y, también, claro, de Chus Mateo. El técnico, a pesar de las críticas que ha tenido que soportar durante el año, ha conseguido llevar a los blancos a la gran final del torneo más importante de la temporada. Todo un mérito, especialmente por la cantidad de problemas físicos con los que ha llegado el equipo a la cita de Kaunas.
El Madrid de los imposibles
Este equipo se merece ganar la Euroliga por corazón, espíritu, juego y pasión. Nadie daba un duro por los blancos en la serie ante el Partizán con 0-2 en contra. Nadie lo daba por los de Mateo cuando perdían por 18 puntos ante los serbios en el quinto y definitivo duelo del play-off. Como tampoco nadie veía al Madrid capaz de ganarle al Barcelona del jugador que más cobra de toda Europa, Mirotic. Y al final, lo de siempre. Un ‘zasca’ como un camión para todo ese antimadridismo rancio que, tras disfrutar con lo del City, ahora se meterá otro rato en la cueva.
Eso sí, el trabajo no está acabado. El domingo espera el equipo más peligroso de Europa, un Olympiacos que ya le ganó al Madrid los dos partidos de la fase regular... aunque esto es una final. Un partido. Y el Real tiene a Tavares, ¡a por ellos!
DEJA TU COMENTARIO