El Real Madrid, brillante campeón de la Supercopa de España

Partido sufrido de los pupilos de Chus Mateo para sumar un nuevo título al palmarés blanco


Final Supercopa Endesa

Final Supercopa Endesa




La final de la Supercopa Endesa no comenzó de la mejor manera para el Real Madrid: el fuerte ritmo de Unicaja sorprendió a los pupilos de Chus Mateo. El conjunto malagueño, liderado por un Kendrick Perry sublime, hizo uso de la línea de tres con mucha efectividad. Sin embargo, los tiros interiores mantuvieron a los jugadores madridistas cerca en el marcador hasta que Perry se marchó al banquillo.

Ese momento coincidió con la salida a pista de Tavares y Mario Hejonza, quienes marcaron la diferencia en las dos pinturas y colocaron al club blanco por delante por primera vez en la gran final. La diferencia entre ambos equipos comenzó a verse rápidamente con la ausencia de un Perry diferencial y la permanencia de Tavares sobre el parqué. Las asociaciones entre Llul y el 'Chacho' Rodríguez, sumadas a la pérdida de efectividad con los triples por parte de Unicaja, marcaron la dinámica para el segundo cuarto.

La situación de dominio blanco se mantuvo durante esos 10 minutos, tiempo en el que el Real Madrid supo aprovechar las debilidades del entramado defensivo malagueño con Edy Tavares: el caboverdiano se mantuvo excelso tanto en defensa como en ataque y consiguió un parcial abultado para el descanso que garantizaba un segundo tiempo algo más tranquilo para los pupilos de Chus Mateo.

Emoción hasta el final

Sin embargo, los planes esperados por el lado madridista de la final no se cumplieron. Con el regreso de Perry al parqué del Palacio de los Deportes de Murcia, el Unicaja volvió a ganarle la partida a los jugadores blancos, que llegaron a colocarse dos abajo a falta de treinta segundos para el final del tercer cuarto. Pero la aparición del '22' caboverdiano del Real Madrid marcó la diferencia... una vez más. A pesar de que había sido un tercer cuarto pésimo con un importante hajón de rendimiento, los de Chus Mateo llegaron al último ínterin de la gran final con una ventaja de cinco puntos.


El cuarto cuarto tampoco arrancó de la mejor manera: Unicaja sumó un parcial de 10-2 que colocó a los pupilos de Chus Mateo en una situación muy delicada: el partido estuvo en el alambre durante varios minutos hasta que la veteranía de Sergio Llul y Facundo Campazzo se impuso en el tramo decisivo, haciendo dudar a Unicaja a pesar del último arreón de los locales dirigidos por un Perry que no pudo obrar el milagro. La décima Supercopa ya está en casa.