El Real Madrid seguía con paso firme en Liga Endesa y en Euroliga, contando sus partidos por victorias. Así sacó adelante sus últimos compromisos con una gran suficiente y demostrando que está en un gran momento.
Pero tocaba visitar una cancha complicada con Miribilla. El Bilbao está luchando por asaltar las plazas que dan acceso a la Copa, y también romper su balance de 4 victorias y 4 derrotas.
En el primer cuarto parecía que los de Chus Mateo dominaban, e incluso intentaban romper el partido, pero en el segundo no renunciaban los vascos hasta incluso ponerse por delante.
Gracias a un gran Tavares conseguía aguantar la reacción del Bilbao que a base de tapones ponía el cerco a su aro pero en ataque les costaba hacer daño a la defensa de los de Ponsarnau. Mucha igualdad que conseguía romper Causeur con un triple sobre la bocina (33-36).
Acelerón tras el descanso
El Real Madrid no quería vivir un final de partido de mucho sufrimiento y salieron tras el descanso dando un acelerón. Musa, Causeur y Campazzo empezaron a castigar a los vascos para abrir la ventaja por encima de los 10 puntos.
Los rebotes ofensivos estaban siendo la mejor arma, pero los decibelios subieron, sobre todo por las protestas del Bilbao, algo que tuvo repercusión con un par de técnicas, pero también con alguna decisión polémica contra el Madrid. Aun así, entrábamos en el último cuarto con una pequeña ventaja (56-63).
Pero en el último cuarto el partido se volvió loco. Lo llegaron a igualar los vascos gracias a una buena defensa y al acierto ofensivo, hasta ponerse de nuevo por delante a falta de 5 minutos. Cuando más atascados estaban, un triplazo de Hezonja, y sobre todo Campazzo volvieron a poner las cosas en su sitio. Un final de infarto, que se decidió desde la línea de tiros libres, pero que no frenó la racha del Madrid (84-87)
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