El conjunto culé sorprende con un movimiento totalmente inesperado
La incredulidad y el ridículo se dan la mano en el Barcelona, que desde hace años vive una gestión errática e irresponsable. El último en agrandar el esperpento ha sido Joan Laporta, el actual presidente del club, que no ha hecho más que engordar la deuda del Barça, una factura que se disparó, precisamente, en el año 2009, durante su primera etapa al frente de la entidad. El máximo dirigente culé ha vuelto a quedar en entredicho, al ser incapaz de poder inscribir a Dani Olmo y Pau Víctor en el primer equipo, y su último movimiento no deja de ser más controvertido.
Olmo queda libre en estos momentos después de que el Barça pagara unos 60 millones de euros al Leipzig por el centrocampista. El futbolista, de no continuar en la Ciudad Condal, debería ser indemnizado por otros casi 50 ‘kilos’, correspondientes al contrato que firmó el internacional español con los azulgranas hasta 2030. De tal manera que la ‘broma’ le saldría al equipo por más de 100 millones, una auténtica barbaridad. El agujero extra en las arcas del conjunto catalán sería considerable.
Pero Laporta, lejos de quedarse quietecito, prolonga el sainete y, en esta ocasión, el equipo se ha hecho con los servicios de Thomas Heurtel, equipo en el que ya militó entre los años 2017 y 2021. La información ha sido adelantada RAC 1 y ‘Mundo Deportivo’. El base francés, que sería el sustituto de Raúl Neto -ha sido despedido tras jugar únicamente dos partidos y seis minutos-, salió del Barça después de que negociara a espaldas de los blaugranas su fichaje por el Madrid, cosa que acabó sucediendo, aunque antes jugó en su país, en el ASVEL Lyon-Villeurbanne durante el último tramo de la temporada 2020/2021.
El Barça ha sorprendido con el fichaje de Heurtel después de lo sucedido con Dani Olmo y Pau Víctor, ya que el equipo abandonó al galo en un aeropuerto de Estambul justo antes de subir a un avión tras un choque de la Euroliga. Fue cuando el Barcelona se enteró que el jugador estaba negociando su llegada al Madrid. El club azulgrana decidió romper las negociaciones de salida de Heurtel a través de una iniciativa tan poco común como indigna de un gran club.
Las imágenes en el aeropuerto dieron la vuelta al mundo, recibiendo el Barcelona multitud de críticas por su conducta. Kevin Seraphin, pívot que jugó en el conjunto barcelonista, llegó a declarar que el club estaba en manos de un “puñado de aficionados”. Alfonso Reyes, presidente del sindicato de jugadores en España, calificó lo sucedido como un “acto injustificable e indigno”.
Ahora, Heurtel vuelve al Palau para iniciar una segunda era en el equipo, queriendo contradecir al refranero: segundas partes nunca fueron buenas…
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