Otro milagro a base de pelotas

El Real Madrid volvió a remontar una veintena de puntos para llevarse la octava victoria consecutiva en la ACB. La pelea y entrega de los de Plaza, junto a una defensa zonal, maniataron a un TAU que se vio ganador en todo momento y que acabó hundido.





Cuando el TAU se plantó en Vistalegre lo hizo con una racha de 16 victorias consecutivas en ACB. Esa racha, fruto de partidos y partidos vencidos con mayor o menor claridad, hizo que los de Ivanovic se creyeran mejores de lo que son.

Tras el intercambio de guantes de calentamiento entre ambos contendientes el TAU puso una marcha de más. Una velocidad que le permitió el día de descanso adicional que tenía sobre el equipo de Joan Plaza, ya que los vitorianos jugaron el miércoles, mientras que los blancos lo hicieron el jueves. Pese a todo, dos de los mejores jugadores de la competición nacional, Rakocevic y Mickeal (éste señor debería ser el alero titular del Real Madrid por mucho que digan) tiraron de muñeca asesina y de definición muscular, respectivamente, para hacerle daño al Real Madrid dónde más le duele, la defensa.

COHETE VITORIANO

Hosley tenía la oportunidad perfecta para encontrarse cara a cara con Mickeal, uno de los mejores aleros altos del continente, y reivindicarse tras sus últimas actuaciones, sin embargo, el jugador vitoriano se comió con patatas, ketchup y mostaza al ‘Terminator’ blanco. En el Madrid, como siempre, Louis Bullock tiraba del carro que dictaba su afinada muñeca, limitada por las dos faltas que recibió en el primer cuarto. La defensa vitoriana se inspiraba en la mejor de las Italias para cerrar en dos contra uno cualquier intento de acercamiento en el electrónico por parte del conjunto de Joan Plaza. Si a eso unimos una actuación arbitral excesivamente silbante en los bloqueos de los hombres del Real Madrid, la diferencia en el marcador se disparaba como un cohete desde Cabo Cañaveral. La brega de Hervelle (10 rebotes antes del descanso) daba segundas oportunidades a un Madrid que no atinaba desde las posiciones de francotirador, a excepción del artillero de la marina, Louis Bullock.


CORAZÓN BLANCO

Lo que no se le puede negar a este equipo o, mejor dicho, a algunos de estos jugadores, es su brega y su pelea. Con Masseycastigado’ por su, y van unos cuántos, mal partido, Hervelle tuvo que ponerse el traje que tantas veces vistió la temporada pasada de guerrero indomable, y le dio al Madrid una bombona de oxígeno que, a la postre, resultó decisiva para que el partido no se diera por muerto.

Y no ya por muerto, sino por herido, el Real Madrid es un milagro en sí mismo. Con Vistalegre bailando entre el titubeo y la incredulidad, Joan Plaza (sí, el criticado, el malo, el pésimo) dibujó una defensa 2-3 que ahogó de tal forma al TAU que le provocó un cortocircuito mortal de necesidad. Bullock siguió a lo suyo, que no era otra cosa que anotar (está virtualmente renovado, tranquilidad), Felipe y Hervelle enseñaron, una vez más, a batallar a Hosley y Massey por un escudo que se quiere, y la zona acabó por triturar al invencible TAU.

El equipo de Plaza se abona a los milagros, una vez, y a la calidad y pelotas de los de siempre para remontar un nuevo partido. Ahora llega la Copa. Toca el Barcelona. En Cataluña están ya buscando estampitas porque los santos, como bien se sabe de toda la vida, han vestido, visten y vestirán de blanco.

 

FICHA TÉCNICA. 

REAL MADRID 81: Sánchez (-), Bullock (22), Hosley (7), Hervelle (15), Van der Spiegel (4) --cinco inicial-- Llull (11), Massey (-), Mumbrú (12), Reyes (10) y Tomas (-).

TAU CERÁMICA 79: Prigioni (4), Rakocevic (25), Teletovic (13), Mickeal (14) y McDonald (4) --cinco inicial--; Ilievski (-), Vidal (7), San Emeterio (2), Barac (-) y Splitter (10).

PARCIALES: 12-25, 20-22, 21-22 y 28-10.

ÁRBITROS: Amorós, Perea y Martínez Díez. Eliminaron a Felipe Reyes del Real Madrid.

PABELLÓN: Palacio de Vistalegre. 11.900 espectadores.