Pamesa estará en Turín

La victoria dejó un sabor agridulce en el equipo español, ya que si bien le asegura su presencia en la "Final a Ocho" de la competición, dio por enésima vez la impresión de ser un equipo demasiado inconsistente para optar a cosas importantes.

Después de dejar cerrada su clasificación, el equipo español se jugará el liderato de su grupo en la próxima jornada, en la que se enfrentará al Hemofarm Stada. De ganar en la cancha del equipo serbio o perder por menos de cinco puntos, el Pamesa sería primero de grupo y su rival en cuartos de final sería el BC Khimki ruso.

MAYOR CALIDAD LOCAL

El equipo español entró bien en el partido e intentó hacer valer su mayor calidad para marcharse rápido en el tanteador a pesar de la lesión de Shammond Williams, quien se vio obligado a abandonar la pista a los pocos minutos de comenzar el choque tras recibir un golpe que le abrió una brecha en el pómulo pero que no le impidió ingresar de nuevo en la pista durante el segundo cuarto.

A pesar de su falta de acierto en el tiro exterior -tardó casi trece minutos en anotar su primer triple-, el conjunto local se aprovechó de los minutos de calidad de Kenny Gregory, quien aportó al equipo la capacidad atlética que Neven Spahija reclamaba, y del acierto desde la pintura de un siempre correcto Matt Nielsen para tomar la iniciativa en el electrónico, aunque siempre con márgenes estrechos (23-19, m.10).

Por su parte, el Estrella Roja fue un equipo gaseoso; comenzó con buena actitud y defendió con agresividad, pero se desmoronó en el segundo cuarto y propició el despegue en el tanteador del equipo español, que rompió el choque con un parcial de 13-0 en apenas cinco minutos que le valieron para abrir una brecha de veinte puntos (49-29, m.19).

Buena parte del arreón del Pamesa se debió de nuevo a los minutos de calidad de un Vule Avdalovic cuya confianza va en aumento y que ejerció de director de orquesta para guiar a su equipo hacia el triunfo con 19 puntos.

Tras el descanso, el Pamesa salió a la cancha con una alarmante falta de concentración en la que el Estrella Roja vio un último resquicio para la esperanza que, de no haber sido por las facilidades que le dieron los locales, nunca hubiera encontrado.

Un parcial de salida en el tercer cuarto de 1-6 en poco menos de un minuto enojó a Spahija e hizo crecerse al Estrella Roja, que poco a poco fue recortando la diferencia que le separaba de su rival hasta ponerse siete puntos por debajo (60-53, m.27) a pesar del 49-31 con el que el partido llegó al descanso.

LOS BALCÁNICOS SE PUSIERON POR DELANTE

Con el encuentro sumido en el caos, el Pamesa navegaba a la deriva contagiado por la escasez de recursos de un espeso Shammond Williams y se afanaba por mantener su renta, por mínima que esta fuera (62-57, m.29).

Sin embargo, sus pírricos porcentajes de acierto desde la línea de triples (sólo seis aciertos en 22 intentos) y la incomprensible acumulación de errores acabaron de lanzar a un voluntarioso Estrella Roja y le condenaron a verse por debajo en el marcador (69-70, m.34) tras un triple de Owens que rubricó un parcial de 0-9 en el ecuador del último cuarto.

El final fue de infarto. Tras igualar el choque a 75-75 a falta de poco más de un minuto, un rebote mal cerrado por el Pamesa fue recogido por Marinovic para anotar con facilidad bajo el aro y poner el 75-77 en el marcador a falta de 45 segundos para la conclusión.

Poco después, Rafa Martínez, que recibió una falta cuando armaba el triple para ponerse otra vez por delante, acertó desde la línea de libres para poner a su equipo por encima (78-77) cuando restaban apenas 25 segundos.

Los serbios todavía tuvieron tiempo para soñar, pero dos tiros libres fallados por Marko Marinovic a falta de seis segundos con 80-77 en el marcador enterraron sus esperanzas por doblegar un Pamesa al que no supo asestar el golpe de gracia cuando lo tuvo a su merced.