Mourning lloró con la retirada de su número 33, el primero de los Heat

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Por primera vez en los 21 años de historia de los Heat, la camiseta de un jugador que perteneció a la plantilla fue colgada en lo alto del pabellón como parte de la ceremonia de homenaje, que duró 43 minutos.

El acto contó con la presencia de figuras como Pat Riley, ex entrenador del equipo y actual presidente de los Heat, el gobernador de Florida, Charlie Crist y el hombre que lo formó en la Universidad de Georgetown, el técnico ya retirado, John Thompson, que también trabajó con Patrick Ewing, amigo y compañero de Mourning, presente en la ceremonia.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, no pudo asistir al acto, pero envió una carta que fue leída tras los discursos de Crist y Riley, entre otros. "Hace sólo apenas ocho años, no pude imaginarme que iba a suceder algo así", declaró Mourning después de que su camiseta con el número 33 ya estaba colgando en el techo del American Airlines Arena. "Es probablemente uno de los momentos más grandes de mi vida y me siento honrado de estar esta noche aquí".

Mourning se convertió en el primer ex jugador de los Heat en ser homenajeado por la organización con la que sigue relacionado y especialmente con Riley, el hombre que hizo posible su traspaso cuando jugaba con los Hornets de Charlotte. "Pat no sólo es un profesional excepcional sino que además es una persona única", destacó Mourning.

El ex pívot de los Heat se sometió a un trasplante de riñón y ha conseguido millones de dólares para la fundación que preside y que está enfocada a ayudar a niños con necesidades especiales.

Después de que le descubrieran la grave enfermedad degenerativa que sufría en el riñón y de que, en 2003, le dijeran que no podría volver a jugar al baloncesto, Mourning superó toda la adversidad y volvió a la competición para ganar, en 2006, el título de Liga con los Heat.

"Deseo que sepa lo orgulloso que estamos todos de su carrera tan extraordinaria, pero también por la manera como le ha devuelto a la comunidad tantas cosas buenas durante estos años", destacó el presidente Obama en la carta que le escribió a Mourning. "Ha sido y seguirá siendo un gran líder. Dios lo bendiga y a su familia".

Los Heat hicieron un montaje audiovisual a través del campo para que se pudiese ver constantemente momentos estelares de la carrera de Mourning.

La presencia de la mayoría de sus grandes amigos como Dikembe Mutombo, Ewing y Jason Cooper, un primo segundo que le donó el riñón, hizo más entrañable la ceremonia que se dio en el descanso del partido entre los Heat y los Magic de Orlando.

"Lo considero como el hermano menor que nunca tuve", declaró Ewing. "Si hubiese tenido un hermano, desearía que fuese una persona como Alonzo Mourning. Su carácter, su ética profesional, su lucha en favor de la comunidad y todo el camino que ha seguido en la vida me han demostrado que es un gran ser humano".

Al concluir la ceremonia, Mourning confesó que todos sus amigos le habían hecho apuestas sobre si lloraría en la ceremonia y que él lo había negado rotundamente. Pero cuando comenzaron los discursos y la camiseta con el 33 inició el recorrido al techo del pabellón, el ex pívot no pudo contener las lágrimas.

"Lo único que les pude decir luego es que pasasen a recoger el dinero que habían apostado", bromeó Mourning. Mourning jugó su último partido el 19 de diciembre de 2007, en Atlanta, exactamente cuatro años después de haber recibido el riñón que le salvó la vida.