"Es muy importante para nosotros competir con la misma intensidad el domingo y no permitir que los Rockets recuperen el momento", declaró Gasol. "Creo que desde el segundo partido el control de la serie cayó de nuestro lado y eso quedó demostrado esta noche".
Gasol, que no brilló con sus estadísticas, pero hizo una gran aportación de equipo y defensa individual sobre el pívot chino Yao Ming, dijo que la clave para superar la serie será seguir por el camino de acertar en la mayoría de las cosas que hicieron bien en los dos últimos partidos. El internacional español jugó 36 minutos para aportar 13 puntos (4 de 11 tiros de campo y 5-7 desde la línea de personal) con seis rebotes, tres asistencias y un tapón. "Sabíamos que los Rockets iban a hacer un baloncesto de fuerza física, porque tienen a jugadores que son de gran poder, y hasta ahora hemos podido contrarrestarlo", subrayó Gasol, que protagonizó además la entrada más dura que se registró en el partido cuando faltaba menos de un minuto para concluir el tiempo reglamentario.
Gasol penetraba con el balón controlado hacía la canasta de los Rockets cuando tres jugadores del equipo de Houston, entre ellos el alero Ron Artest, le entraron fuerte para lanzarlo con fuerza contra el suelo del Toyota Center e impedirle anotar. "Tenía el espacio abierto para irme hacia la canasta y ataque con fuerza cuando sentí que alguien me golpeo y me tiró al suelo", explicó Gasol. "Creo que fue Artest el que me golpeo en la cabeza, acción que consideró peligrosa, pero cosas como esa suceden en todos los partidos". Gasol, que dijo sentirse bien, sin ningún efecto de la caída tras recibir la entrada dura de Artest, mostró su "felicidad" por la victoria que había conseguido el FC Barcelona en las semifinales de la Champions ante el Chelsea. "Viví unos momentos muy felices al ver como conseguían el triunfo y tengo toda la confianza que también lo logren cuando disputen la final ante el Manchester United", agregó Gasol.
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