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El Madrid salió tranquilo. Excesivamente relajado. Messina lo notó, y no paró de rotar a sus hombres, hasta dar con la tecla adecuada. Lavrinovic fue el único que comenzó con el piloto encendido. El lituano demostró sus mejores cualidades: el rebote y el tiro de media distancia. En eso demostró ser el amo. Sin embargo, los problemas iniciales radicaban en la falta de ajuste defensivo. Los exteriores no terminaban de morder, y el Lagun Aro sobrevivía en el partido gracias a los blancos.
| Ficha técnica: 71 - Real Madrid (14 23 16 18): Prigioni (20), Lavrinovic (12), Garbajosa (15), Vidal (5), Bullock (13) -equipo inicial-, Velickovic (4), Llull (2), Kaukenas (0) y Hervelle (0). 67 - Lagun Aro GBC (14 14 16 23): Panko (20), Sánchez (7), Doblas (4), Ignerski (12), Barbour (6) -equipo inicial-, Hopkins (4), Detrick (0), Uriz (2), Miralles (7), San Epifanio (0), y López (5). Árbitros: Juan Carlos Arteaga, Santiago Fernández y Carlos J. García. Sergi Llull (min. 36) y Darjus Lavrinovic (38) fueron eliminados por cinco faltas personales. Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada de la Liga ACB disputado en el Palacio de Vistalegre ante 5.300 espectadores. |
La vida del partido dependía de lo que el Madrid quisiera. Garbajosa tomó el relevo de Lavrinovic, y con tres triples casi consecutivos sin fallo, despertó al Lagun Aro del plácido sueño con el que había comenzado el partido (37-28 min.20).
Sin embargo, el Madrid no terminaba de cogerle el punto al partido. En ataque, el movimiento no terminaba de ser todo lo fluido que cabría esperar, y la defensa sufría a la hora de rebotear por la deficiencia física de los Garbajosa, Velickovic o Hervelle en relación a los interiores del equipo vasco. Además, Panko tomó la bandera de Lagun Aro, y con canastas imposibles, como un 2 1 ante Garbajosa, mantenía una ficticia pero relativa angustia en Vistalegre (53-44 min. 30).
PRIGIONI, DECISIVO AL FINAL
Un mal trago para la afición de Carabanchel que se prolongó durante el último cuarto. El juego de Lagun Aro se fue haciendo una bola de comida cada vez mayor para la garganta merengue. Fruto de ello, los vascos entraron en los cuatro minutos finales con un marcador con el que no hubieran soñado (62-61 min.36). Había partido. Miralles tuvo la opción de poner por delante a los suyos, pero erró dos tiros libres. Su muñeca le empequeñeció los 207 centímetros que atesora. Emfrente, Prigioni, con apenas 186 tiró del Madrid con dos triples y dos tiros libres finales que sentenciaron la primera victoria, sufrida pero primera al fin y alcabo, en casa de la temporada para Messina. Pese a todo, mucho curro le queda por delante al italiano si quiere hacer de este gran proyecto un equipo ganador. Acorde a la historia del Madrid. Sólo el tiempo lo dirá.
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