Llull rescata al Madrid de un partido loco (82-69)

Los blancos remontaron un encuentro que se les complicó mucho desde el principio





No empezó bien el partido en Vistalegre, ya que el Real Madrid no se encontró a gusto en ningún momento de la primera parte. El tiro libre fallado por Prigioni en el primer tiro a canasta de los blancos supuso un  preludio a lo que iban a dejar los 25 minutos siguientes, con un equipo desacertado en el tiro y que no encontraba la manera de parar el juego interior de los italianos.

En el equipo local Prigioni no empezaba con buenas sensaciones, mientras que el lituano Lavrinovic se veía impotente por primera vez en toda la campaña. El pívot era incapaz de anotar un solo punto en los dos primeros cuartos y el Madrid comenzaba a nadar a contracorriente apoyado sólo en la aportación de Hansen y Bullock.

Sin embargo, unas tempranas molestias obligaban a Messina a prescindir del escolta de Washington, que con apenas diez minutos en cancha y 5 puntos se retiraba a la banqueta con mala cara. Con Prigioni desaparecido, Kaukenas errando buena parte de lo que le llegaba a las manos y Garbajosa algo dormido, el Madrid necesitaba de una respuesta.

 


Velickovic mantuvo al equipo con vida

Y ésta llegó en las manos de Velickovic, un joven de 23 años que fue capaz de echarse al equipo sobre sus hombros él solito. El serbio se puso el mono de faena y en un segundo cuarto espectacular protagonizó la mayoría de jugadas en ataque de su equipo. Sin embargo, esta vez no bastaba con su sola aportación, y el Real Madrid se mostraba incapaz de cortar la sangría italiana (21-29, minuto 12).

En estas llamó Messina a sus hombres en un tiempo muerto para arengarles y pedirles algo más de entrega. Normalmente, cuando el italiano reclama a sus jugadores un mayor esfuerzo, estos responden, algo que se reflejó en el marcador de manera inmediata (29-35, min.17).

Los merengues apretaron la defensa y se encomendaron en la labor de Garbajosa y Velickovic, si bien fueron incapaces de contrarrestar un último arreón de los visitantes, lo que dejó el luminoso al descanso con nueve de diferencia, tras un triple del de Torrejón sobre la bocina (36-45, min.20).

Tras el parón, la afición presumía que el equipo retomaría el encuentro con otro brío, pero la realidad es que fueron los visitantes los que mantuvieron las buenas sensaciones. Así, tras un primer minuto para olvidar, el Armani se iba en el marcador (36-49, min 21). Con este panorama, sólo quedaba apelar a la épica y a la defensa, por lo que el Real Madrid se propuso remontar desde su propia zona.

 

Dos remontadas en una

Ficha técnica:

82 Real Madrid (21 15 22 24): Prigioni (10), Hansen (11), Lavrinovic (0), Reyes (0), Van den Spiegel (-), Kaukenas (14), Velickovic (21), Garbajosa (9), Vidal (-), Dasic (0), Bullock (9), Llull (8)

69 Armani Jeans (22 23 13 11): Mancinelli (16), Hall (6), Maciulis (20), Mordente (7), Finley (8), Bulleri (5), Rocca (7), Petravicius (-), Beard (0), Viggiano (0)

Árbitros: Panagiotis Anastopoulos, Marek Cmikiewicz, Grzegorz Ziemblicki

Incidencias: Partido correspondiente a la quinta jornada de la Euroliga disputado en el Palacio de Vistalegre ante unos 7.000 espectadores.

Bullock volvió a la cancha y con él el equipo se entonó en ataque. Los tiros que antes no entraban desde la línea de triple ahora lo hacían, y los italianos comenzaron a entrar en barrena. Un par de tapones en defensa de Lavrinovic y una técnica pitada a los visitantes cerró un parcial de 13-0 que colocó al Madrid a un punto. Sin embargo, los de Massimo Bulleri no se vinieron abajo y volvieron a estirar el marcador hasta ponerse en un 48-53 (min.27).

Ése sería el principio del fin para el Armani, que tras otras tres buenas defensas merengues, con dos tapones de Lavrinovic incluidos, se encontraría por debajo en el marcador gracias a un triple de Hansen (55-53, min.29). Vistalegre se venía abajo y el Madrid conseguía en un cuarto lo que parecía imposible, remontar trece puntos.

El tercer cuarto finalizaba con otro triple sobre la bocina, esta vez de Prigioni (58-58). Un nuevo partido había nacido, aunque pronto se vería que de nuevo los de Messina tendrían que luchar contra las adversidades. Tres triples de los transalpinos colocaban la ventaja en siete (60-67, min. 33) y obligaban a los blancos al más difícil todavía.

Sin embargo, una técnica a Hall abriría la puerta a nuevas esperanzas. Los dos tiros de Bullock por la falta y ocho puntos consecutivos de Llull levantaban al público de sus asientos y dejaban el partido en clara franquicia (72-67, min.36). Un nuevo parcial que acababa por desmoralizar a los italianos y provocaba que bajaron los brazos ante la intensidad de su rival, que supo ser mejor en los momentos clave. El resultado final (82-69) fue, por tanto, muy engañoso para un Madrid que se está acostumbrando a sufrir.