Hervelle se tomó cumplida venganza

El belga fue el mejor del partido y acabó con un Madrid atascado en ataque (80-87).





En el día de los reencuentros de Hervelle y Mumbrú con su grada, la de Vistalegre, el Madrid no podía fallar. Messina, con ese gesto serio que le acompaña siempre en los partidos y que sólo rompe en ocasiones puntuales para aplaudir el esfuerzo de los suyos, no estaba para sorpresas. Máxime tras las dos últimas derrotas en Euroliga.

Fue Marko Jaric el que tomó las riendas del ataque blanco en sus inicios. Queriendo reivindicar que su actuación en Siena fue, simplemente, un mal día el serbio ofreció lo mejor de su repertorio con penetraciones y lanzamientos exteriores. Además, dejó para la videoteca una asistencia sin mirar a lo Magic Johnson que Felipe Reyes no pudo convertir en la que hubiera sido la jugada de la temporada. Un Reyes que, por cierto, volvió a las canchas y lo hizo de la mejor forma que sabe: reboteando y batallando como el que más en la pintura.

Salgado avisó primero y golpeó después

Los vascos, por su parte, aguantaban el tirón como podían. La inesperada aparición de Javi Salgado, con un triple estratosférico justo antes del descanso, posibilitaba que los de Katsikaris mantuvieran vida gatuna en la plaza de toros de Carabanchel.


FICHA TÉCNICA:

Real Madrid (18 27 13 22): Tomic (6), Jaric (8), Velickovic (2), Llull (21) y Kaukenas (4) -equipo inicial-, Lavrinovic (6), Reyes (9), Prigioni (7), Garbajosa (10), Bullock (7) y Vidal.

Bizkaia Bilbao (16 25 26 20): Warren (13), Moiso (8), Rodríguez (2), Mumbrú (9) y Hervelle (16) -equipo inicial-, Vázquez (3), Seibutis, Markota, Banic (10), Salgado (19) y Blums (7).

Árbitros: Daniel Hierrezuelo, Sánchez Monserrat y Juan J. Martínez. Warren fue eliminado por cinco personales en el minuto 39.

Incidencias: Partido correspondiente a la vigésima segunda jornada de la Liga ACB disputado en el Palacio Vistalegre ante 8.900 espectadores. Alex Mumbrú y Axel Hervelle, ex jugadores del Real Madrid, fueron ovacionados en la presentación. Se guardó un minuto de silencio por el reciente fallecimiento de Luis Molowny.

El partido, sin embargo, aprovechando la época de carnaval que nos acucia se disfrazó. Y lo hizo de feo. De muy feo para el Madrid. Los señores del silbato, con ese naranja butano que les caracteriza, se convirtieron en los protagonistas del choque. Una incomprensible falta intencionada señalada a Garbajosa encendió al público y, después de mucho tiempo, puso por delante a Bilbao (56-57 min 28). Y no sólo eso, sino que el Madrid se descentró de tal forma que le entró una pájara como al peor de los ciclistas subiendo el Tourmalet (58-67 min.30). A todo esto, Hervelle se estaba comiendo a los Garbajosa, Tomic y compañía que le cerraron, Messina mediante, el paso en la plantilla madridista.

Un ataque de rabia que no fue suficiente

Los blancos jugaban sus peores minutos de la temporada. En ataque, las jugadas se fiaban a la inspiración de algún jugador que no aparecía, además, cuando la pelota quemaba las muñecas se encogieron. Por si esto fuera poco, Kaukénas sumaba cuatro personales, Vidal apenas jugaba un par de minutos y Hansen sólo calentaba la banqueta. Además, la pérdidas de balón de jugadores como Llull o Prigioni acabaron por desquiciar al Madrid y aupar a un Bilbao que no se creía el resultado que imperaba en Vistalegre (60-75 min.33).

Pese a que todo estaba en contra (el público dedicó varias pitadas a su equipo) el Madrid se agarró a la garra de Llull. El jugador que revolucionó tantos partidos la temporada pasada volvía a hacerlo. O, por lo menos, a intentarlo. Los blancos se metieron en el partido gracias a un triple del 23 merengue que ponía picante a una sopa sin sabor (77-82 min.38). Sin embargo, no era el día de los blancos y Javi Salgado, con un triple, sentenció un partido que sólo tuvo un ganador, Axel Hervelle.