La primera semana de los cuartos de final de la Euroliga ha dejado certezas en el Real Madrid y muchísimas dudas para los culés. La eliminatoria está igualada tras los dos primeros encuentros (1-1), pero la sensación en ambas plantillas es que los blancos han sido muy superiores en este inicio de duelo. No en vano, en el encuentro jugado el pasado martes (68-61) los de Messina llegaron a disfrutar de un 57-60 en el minuto 33 de encuentro y sólo un arreón de Pete Mickeal volteó el marcador para los locales.
El partido inicial se escapó en los minutos claves, de manera que el Real Madrid no tenía margen para el error en el segundo duelo. Haberlo perdido hubiera supuesto viajar a la capital de España con la eliminatoria muy cuesta arriba, por lo que los 'gladiadores' merengues decidieron completar el buen trabajo iniciado dos días antes. Así, el jueves el Real Madrid logró asfixiar el juego ofensivo blaugrana y se llevó una victoria por 63-70 que sabía de manera inmejorable. No en vano, el Regal sumaba hasta este día un año y un día sin caer en casa y los blancos habían logrado ser el equipo que rompiera con esa racha.
Ahora se plantean dos partidos claves en Vistalegre, también el próximo martes (30 de marzo) y jueves (1 de abril). El factor cancha está recuperado y, con él, hecha la parte del trabajo más difícil. Si el Real Madrid gana esos dos encuentros, en los que tendrá el apoyo de 15.000 personas, la Final Four de París será una realidad. Hasta el momento los merengues están demostrando ser mejores en la eliminatoria, así que hay licencia para soñar con la victoria. Y por qué no, con la propia Euroliga, pues el Regal Barcelona es, posiblemente, el mejor equipo de Europa.
En consecuencia, hay motivos para el optimismo. Pero con mesura, pues los de Xavi Pascual están heridos en su orgullo y en Carabanchel querrán demostrar su aparente superioridad. Por ello, la clave residirá en mantener la intensidad defensiva mostrada en el Palau y combinarla con dos noches de acierto. Porque en estas situaciones de igualdad entre equipos de tanta calidad, el público puede marcar las diferencias. Y Vistalegre sabe perfectamente que este es su momento. Que este es el momento del Real Madrid.
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