Una nueva oportunidad para el 'basket total'

El Real Madrid suma tres triunfos consecutivos desde que cayera ante el Partizán hace dos semanas y en todos ellos lo hizo con solvencia y con una gran cantidad de puntos (98 ante Unicaja, 104 ante el EFES y 82 ante el Lagun Aro). Esto, unido al hecho de que en la ida los blancos ya ganaron al imponerse en la pista belga por 74-100 hace esperar que los Rudy Fernández, Sergio Llull, Jaycee Carroll y compañía tengan este jueves un choque plácido.

De hecho, los blancos saben que no pueden fallar en ninguno de los tres encuentros que tendrán ante su público en lo que resta de primera fase de la competición. Tras el Spirou pasarán por Madrid el Maccabi-Tel Aviv y el Partizán, precisamente los dos rivales que se están mostrando como más difíciles del llamado 'grupo de la muerte' de la Euroliga, por lo que lograr la victoria en todos ellos se antoja vital para clasificarse y hacerlo con una buena posición de cara a los cruces del Top-16.

Por ello, el conjunto merengue tiene este jueves la primera gran prueba de las que le quedan y la afronta con el reto de lograr un cuarto triunfo que les permitiría ver con más tranquilidad su progresión en el campeonato. Su rival es un equipo que, a pesar de partir como la 'cenicienta' del grupo, ya fue capaz de ganar en la cancha del EFES hace unas semanas (79-80). No en vano, en su plantilla cuenta con jugadores de alto nivel como los ex ACB Jiri Welsch o Demond Mallet, así como el ex madridista Justin Hamilton.

En el Real Madrid no hay bajas reseñables más allá de la habitual de Novica Velickovic, por lo que Laso contará con toda su artillería para el choque. El reto será, por tanto, mejorar algo la imagen dada el pasado domingo ante el Lagun Aro, acercándose más al juego desplegado recientemente en Málaga y ante los turcos. Lo cual dependerá en gran medida de la aportación de Rudy y Carroll, así como de un juego interior que sigue sin demostrar todo el poderío que se le presupone.