Fernando Martín Espina falleció la tarde del 3 de diciembre de 1989 en un accidente de tráfico producido en la M-30. Una inoportuna lesión de espalda le dejó fuera del partido entre el Real Madrid y el CAI Zaragoza en el Palacio de los Deportes, pero la lesión no le impedía ofrecer su apoyo al equipo. Cogió el coche y en la incorporación a la M-30 desde la carretera de Barcelona perdió el control. El coche saltó la mediana, invadió el carril contrario e impactó de frente con otro vehículo.
Aquella tragedia convirtió a una leyenda viva del baloncesto español y del Real Madrid en un mito. El primer español de la historia que llegó a la inalcanzable NBA y levantó el ánimo de los apasionados de la canasta en nuestro país. Nadie podía creerse lo que había sucedido, y aún 22 años después se sigue llorando la pérdida de uno de los más grandes de la historia de nuestro deporte. Allá donde esté, siempre le recordaremos.
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