La maldición de los 80 puntos

La defensa, el talón de Aquiles de los de Pablo Laso.





Las dos derrotas cosechadas por el Real Madrid a manos del Montepaschi de Siena y el Gescrap Bizkaia Bilbao Básket han puesto en evidencia que el equipo entrenado por Pablo Laso aún le queda mucho por mejorar en defensa. Esos abultados traspiés (68-88 y 93-64) no solo han dejado a los blancos casi sin opciones de clasificarse para los cuartos de final de la Euroliga, sino que han puesto en tela de juicio la forma de jugar alegre y ofensiva de los Carroll, Llull, Tomic y compañía.

Lo cierto es que la Euroliga, una competición exigente donde las haya, históricamente ha sido para los equipos que más se aplican en defensa. Y en ese apartado los de Laso no han estado especialmente finos en lo que llevamos de competición: ni ahora en el Top 16 ni tampoco en la anterior fase de grupos. Y aunque sólo se han perdido 4 partidos en toda la competición (en la anterior ronda se perdió fuera de casa ante el Maccabi y el Partizán de Belgrado) se da la coincidencia que estos traspiés llegaron después de que los blancos encajaran en estos partidos más de 80 puntos.

Por todos es sabido que al Real Madrid de esta temporada le gusta jugar a tanteadores altos. Hasta el momento la cosa había ido como la seda, con una trayectoria casi intachable en la ACB y en la Euroliga. Pero los últimos traspiés ante Bizkaia y Montepaschi en la Euroliga y en la ACB también ante el Bizkaia han puesto en tela de juicio esta manera de entender el baloncesto de los de Pablo Laso. ¿Deben seguir apostando por esta fórmula, o bien procurar aplicarse más en defensa?