Paliza balsámica ante el Cajasol

El Real Madrid se impuso con claridad en Sevilla y se olvidó de lo ocurrido en Bilbao antes de afrontar la Copa del Rey





El cuadro sevillano se vio desbordado ante su afición por un Real Madrid que dominó el partido de cabo a rabo. El partido comenzó con dudas por ambas partes, pero los blancos supieron entrar antes en el partido para comenzar a dañar las defensas del cuadro hispalense, que no pudo contener las embestidas merengues y que en ataque se vio sorprendido por un Madrid mucho más aplicado atrás que en los últimos partidos. Los blancos frenaron la sangría con una defensa sólida, mucha intensidad y con un contragolpe veloz, con porcentajes de acierto en el tiro muy superiores a anteriores compromisos.

Sin ser el mejor partido del Madrid, el Banca Cívica se vio incapaz de frenar a los de Laso, un equipo que se ha convertido en la bestia negra de Joan Plaza. Ya son ocho los triunfos consecutivos del equipo merengue en la cancha del cuadro sevillano, que una vez más vio cómo se cumplía su particular maldición. Sin duda alguna, la clave estuvo en la defensa, y el dato de los 37 puntos conseguidos por los sevillanos al final del tercer cuarto deja claro el nivel del equipo atrás. Precisamente ese tercer cuarto fue el que terminó de lanzar a un Madrid que infligió un severo correctivo en este periodo a los locales. Nada menos que veinte puntos de diferencia en este parcial (12-32) significaron la sentencia de un partido que se estaba encarrilando desde mucho antes.

El último cuarto sirvió para que Laso hiciera rotaciones, un hecho que se notó más en defensa que en ataque. En este parcial, el Banca Cívica logró 25 puntos por 27 del Madrid, que no bajó sus prestaciones en ataque pero que notó la presión final de los locales, que aún así sirvió para muy poco. De este modo, el Madrid hace los deberes antes de la Copa del Rey y recupera sensaciones de cara a esta competición, en la que los blancos tratarán de conseguir el primer título de la era Laso.