Sin embargo, los de Fotis Katsikaris lograron vencer el pasado miércoles al Siena de manera milagrosa en el último segundo (60-59). Un resultado que complicaba todavía más la clasificación merengue, toda vez que en el enfrentamiento directo con el Gescrap el Real Madrid sale perdiendo al haber caído ante ellos por mayor diferencia de puntos (24) que los conseguidos de renta en el Palacio de los Deportes (16). Así pues, los de Pablo Laso estaban obligados a ganar el jueves al Unicaja en Madrid, algo que consiguieron con solvencia a pesar de un inicio irregular de partido.
En estos momentos el panorama para el Real Madrid es el que sigue. Depedende de sí mismo, aunque tiene muy difícil conseguir su objetivo de clasificarse. Todo se decidirá el próximo jueves 1 de marzo. Si el Gescrap Bilbao pierde ante el Unicaja de Málaga, al Madrid le bastaría con ganar en Siena al Montepaschi para meterse como segundo si lo hiciera por 20 o menos puntos. Si venciese por una diferencia mayor sería líder de grupo y se evitaría en cuartos al gran favorito para ganar la Euroliga, el CSKA de Moscú.
En cambio, si el Bilbao ganara a un Málaga sin opciones de clasificarse, el Real Madrid debería ganar en Italia, de manera que se produciría un triple empate en la cabeza del grupo. El problema es que todas las combinaciones le eliminaría por peor diferencia de 'basket average', a menos que ganara por más de 22 puntos en Siena (en cuyo caso sería segundo) o por más de 29 (acabaría como líder de grupo). Una posibilidad muy complicada pero que tampoco se puede descartar teniendo en cuenta que hace unos días el equipo le ganó al Regal Barcelona la Copa del Rey por 17 puntos en su casa. El Real Madrid es capaz de ello, sin duda, pero la dificultad es máxima. Aunque, después de lo sucedido en los últimos días, este equipo se ha ganado el derecho a que se crea en él.
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