Dos bandejas caprichosas noquearon al Madrid

Sergio Llull tuvo hasta en dos ocasiones la victoria en sus manos pero sus lanzamientos solo encontraron hierro





 

El Real Madrid se plantaba esta tarde bajo un ambiente doblemente adverso. Por un lado, el encuentro servía para celebrar la remodelación del Buesa Arena, mejorado y ampliado y escenario este lunes del partido con más espectadores de la historia de la ACB, 15.504. Además, los blancos presentaban la importante baja de su escolta Jaycee Carroll, ingresado este domingo por una pancreatitis aguda que podría tenerle hasta cinco semanas fuera de las pistas. Bajo este panorama no era extraño que el equipo saltara a la cancha algo frío, tal y como acabó ocurriendo.

El choque comenzó con los dos equipos muy desacertados de cara al aro, aunque los vitorianos fueron los primeros que tomaron la iniciativa en el marcador. El 17-7 del primer parcial del partido lo decía todo, aunque el Real Madrid regresó a la pista algo más entonado y, al menos, logró mantener las diferencias próximas a esos diez puntos que le hacían estar metidos en el choque en todo momento. Así, Velickovic, Singler y Mirotic le pusieron las pilas al equipo y al descanso todo quedaba en el aire merced al 34-26 del electrónico.


FICHA TÉCNICA:

 

67 - CAJA LABORAL: Prigioni (6), Lampe (10), Teletovic (8), Milko Bjelica (8), Nocioni (12) --quinteto inicial-- Oleson (8), Nemanja Bjelica (10), Heurtel (5), Ribas (-).

66 -  REAL MADRID: Sergio Llull (16), Suárez (3), Pocius (6), Mirotic (11), Begic (6) --quinteto inicial-- Syngler (11), Velickovic (5), Sergio Rodríguez (3), Tomic (-), Reyes (5).

PARCIALES: 14-7, 20-19, 14-24, 19-16.

ÁRBITROS: Arteaga, García y Martínez Díez.

PABELLÓN: Buesa Arena. Sin eliminados.

Tras volver de los vestuarios, el Madrid demostró un cambio de actitud y empezó a ajustar la defensa, lo que permitió que recortaran diferencias e incluso se pusieran por delante gracias a un triple de Suárez (42-43, min.26). El partido estaba abierto por completo y se convirtió en un espectáculo baloncestístico, más por su intensidad y emoción que lo por la propia calidad del juego. Los minutos siguientes estuvieron dominados por la igualdad, aunque el Caja Laboral logró dar un pequeño estirón (61-54, min.34) que los blancos consiguieron sofocar inmediatamente.

El encuentro entró en su tramo final con todo por decidir e incluso un triple de Singler ponía un nudo en la garganta entre los aficionados vitorianos (65-66, min.39). Pero en la acción siguiente en fichaje local Nocioni no fallaba y obligaba a los madridistas a jugarse el partido en la última posesión. En ese momento Llull tomó las responsabilidades y penetró, pero su bandeja la escupió el aro y el balón se perdió por la línea lateral con 8 décimas por jugar y posesión blanca.

Solo un milagro podía decantar el partido para los merengues y Laso pidió tiempo muerto para que de nuevo Llull gozase de una bandeja salvadora. Todo salió según lo planeado en la pizarra, pero su segundo lanzamiento volvió a perderse sin tocar la red de la canasta. El Madrid caía derrotado en un partido que pudo haber ganado cualquiera y que ahora le mete en complicaciones, pues le deja a dos triunfos del líder, el Regal Barcelona, y permite que el Caja Laboral ya le aceche a una victoria. Tocará pelear por la segunda plaza, visto lo visto.

Fuente de las imágenes: realmadrid.com