Con el éxito a solo 40 minutos

El Real Madrid se juega el título en una situación similar a la de la pasada final de la Copa del Rey





 

La mejor final de los últimos años en la competición merecía decidirse en un último y apasionante duelo. Por eso, no sorprendió a nadie que el Barcelona lograra la machada de ganarle el cuarto al Real Madrid en el Palacio de los Deportes, dos días después de haber sido apalizado por 26 puntos de diferencia. Al fin y al cabo, el 'match ball' era solo para ellos y el conjunto merengue jugaba con red. Una tranquilidad que se ha esfumado para dar paso a la tensión propia de una verdadera final, de las de un solo partido. Como ya sucediera el pasado mes de febrero, los dos mejores equipos de España se verán las caras en una finalísima que se disputará en Barcelona. Entonces fue la de Copa del Rey en el Sant Jordi y el Madrid demostró ser capaz de darle la vuelta los pronósticos (74-91).

En consecuencia, el partido de este sábado suena a 'vendetta' en el Barcelona. La serie está siendo excesivamente dura para los hombres de Pascual, más lastrados por las lesiones y la edad que su rival. Jugadores como Ndong o Eidson no pudieron jugar el cuarto partido por diversos problemas físicos, mientras que otros como Mickeal, Navarro, Vázquez, Huertas o Ingles han ido dando una de cal y otra de arena en los partidos anteriores. Su menor amplitud de banquillo comparado con el del Madrid no les beneficia precisamente en una final tan larga, aunque intentarán hacer un último esfuerzo para revalidar el título logrado la temporada pasada.

FICHA TÉCNICA:


FC BARCELONA REGAL: Marcelinho Huertas, Navarro, Mickeal, Lorbek, Fran Vázquez --posible quinteto inicial--, Sada, Ingles, Wallace, Rabaseda y Eidson.

REAL MADRID: Llull, Suárez, Singler, Velickovic, Tomic --posible quinteto inicial--, Rodríguez, Carroll, Reyes, Begic y Pocius.

ÁRBITROS: Hierrezuelo, Arteaga y García O.

PABELLÓN: Palau Blaugrana.

HORA: 19.00/La1.

En el Real Madrid los jugadores ya se han encargado de comentar que la máxima presión es para el Barcelona por ser el equipo local. No en vano, en dos de las últimas tres Ligas ACB del club (en el 2000 y 2007) fueron conquistadas en el Palau Blaugrana. Al equipo blanco le gusta ceder el favoritismo a su rival, como ya demostró en la última final de la Copa del Rey. Sin olvidar que en los tres partidos que ambos conjuntos han disputado esta campaña en el pabellón culé (el de Liga regular más los dos de play-offs), en todos ellos el choque se decidió en los últimos instantes. Por lo tanto, estamos ante un escenario que al Madrid no le suele quedar grande.

Pablo Laso tendrá la misión de inculcar a sus jugadores varios aspectos fundamentales. Uno de ellos es el del rebote en la zona merengue, dominado por el Barcelona en el choque del miércoles y una de las principales causa de la derrota. Junto a éste, la forma de romper con la zona planteada por Pascual en Madrid, la cual surtió efecto después de que los blancos hubieran apalizado a su rival dos días antes. Correr el contragolpe y tener acierto en el aro serán los otros dos aspectos básicos que el Real Madrid tendrá que ejecutar a la perfección si quiere llevarse su 31er título de la cancha barcelonista.

Y para ello el mayor número de jugadores merengues tendrán que tener su tarde. Sergio Rodríguez, Reyes, Tomic o Singler son los que se están mostrando más regulares en esta final, pero es vital que otros como Carroll, Lull, Pocius, Suárez o Begic den un paso hacia delante. Habrá más opciones de que la balanza se incline hacia el lado visitante si las rotaciones del Real Madrid funcionan, tal y como sucedió en sus dos victorias previas. Y es que, ante tanta igualdad, está claro que solo los pequeños detalles decidirán el campeón.