Reyes coge galones de pívot y fulmina al Fuenlabrada

El partido comenzó con un cierto equilibrio, pues al Madrid le costó arrancar. Al 0-4 de salida que colocó el Fuenlabrada le respondió un 6-0 merengue (6-4, min.4) apoyado en los puntos de Mirotic y Rudy Fernández. Los primeros compases del partido estuvieron plagados de errores, aunque Sergio Rodríguez rompió la tónica del choque con el primer triple y creaba la primera brecha del derbi (11-6, min.7). Corta ventaja que no ocultaba los problemas defensivos merengues en la zona, pues Begic se plantaba con tres faltas a falta de tres minutos para el final del cuarto. El cambio era obligado y Slaughter hacía aparición para intentar frenar el juego interior naranja, intenso pero errático hasta el momento.

Con el norteamericano en pista el equipo siguió sin fluidez en su juego ofensivo, por lo que el Fuenlabrada se acercó punto a punto a pesar de presentar unos paupérrimos porcentajes en el tiro de campo. Un tiro libre de Mainoldi igualaba el encuentro de nuevo para cerrar el primer cuarto (14-14, min.10), dejando claro que el cansancio acumulado iba a ser un rival a batir por el Madrid este domingo.

Pero los blancos quisieron salir con otro aire al parquet y un triple de Jaycee Carroll en la primera posesión los volvía a poner por delante. Un espejismo, porque el equipo seguía errático en su juego y marraba los siguientes tres ataques. Otro triple, esta vez de Mainoldi, ponía la primera ventaja fuenlabreña en el partido (17-18, min.12). El aviso estaba sobre la mesa y en la mano del Madrid estaba reaccionar antes de que el susto fuera mayor. De hecho, no hizo ni falta que Laso llamara al orden a sus hombres, pues el equipo empezó a correr y eso se tradujo en un vuelco en el marcador.

Con Llull de estilete, en un visto y no visto el Madrid le endosaba a su rival un parcial de 9-0 (26-18, min.14). La distancia era tranquilizadora, pero el equipo blanco no se libró de sus problemas en la zona. Slaughter también se cargaba de faltas ante la imposibilidad de frenar a García (29-20, min. 16) y Laso tenía que recurrir a la pareja Reyes-Mirotic. Con un quinteto completamente español en la cancha los locales siguieron aumentando la sangría de los de Fisac, aunque Rudy no tardaba en sentarse en el banquillo con tres faltas a su nombre. Draper y Hernangómez tenían sus minutos aprovechando que el Madrid tenía viento a favor. Y ambos les sacaron partido a la perfección, pues dos puntos del joven y un triple del norteamericano sobre la bocina dejaban la segunda parte totalmente encarrilada (47-29, min.20).

Tras la reanudación el Madrid encontró el equilibrio en la pintura con Felipe Reyes de '5'. El cordobés empezó a sumar por dentro para ampliar la máxima hasta los veinte de ventaja (53-33, min.24). Festín al que también se sumó Pocius con dos triples más. A estas alturas de partido, la gran pregunta que le quedaba por responder era la de los puntos de ventaja que se llevaría el Real Madrid. Condiciones idónes para que el duelo se convirtiera en un correcalles donde los dos equipos alternaba los aciertos y los errores por igual. Con 67-51 se llegaba al final del tercer cuarto; aunque antes el Madrid perdía por el camino a Begic, víctima de sus cinco personales.

Los últimos diez minutos comenzaron de manera atípica, con una falta técnica pitada a Rudy Fernández sin que el balón se hubiera puesto en juego. Era la cuarta del balear y la misma facilitaba un parcial de 0-5 de salida que dejaba un hilo de esperanza para los fuenlabreños (67-56, min 31). Pero sus ilusiones iban a caer en saco roto, pues el buen hacer de Suárez, Felipe y Mirotic evitaría cualquier sobresalto posterior al volver a elevar la ventaja madridista y dejarla en nuevos límites (89-63, min. 36).

El partido expiraba y Laso retiraba a su gran coloso, Felipe Reyes. El internacional se iba al banquillo bajo la ovación cerrada del Palacio tras sus 18 puntos y 11 rebotes. Más minutos para foguear a Hernangómez y para el disfrute de un madridismo, pues el duelo acaba con un mate de Slaughter que hacía las delicias del público. 100-79 final sin despeinarse para un equipo que enamora e ilusiona a partes iguales.