El Madrid se despertó tarde en Moscú

El Real Madrid dispuso de la última posesión para ganar, pero acabó perdiendo en su peor partido de la temporada





 

Desde el primer minuto el partido no dejó buenos síntomas para el equipo blanco. El 4-0 inicial de la escuadra rusa era el anticipo de lo que iba a ser el choque, con un Khimki muy acertado en los dos lados de la cancha y el Real Madrid desangrándose poco a poco por sus carencias en la zona y su escaso acierto desde la larga distancia. En solo cinco minutos el Khimki ya empezaba a poner tierra de por medio (15-8, min.5) y planteaba sobre la mesa un duelo áspero donde el juego interior marcaba claramente las diferencias.

Y es que los rusos hicieron valer en todo momento su superioridad en la pintura, donde cuentan con hasta seis hombres por encima de los 2,08 por solo dos de los madridistas. Un panorama muy negro que solo podía compensarse si hombres como Rudy Fernández, Jaycee Carroll o Carlos Suárez tenían su día. Pero no era el caso, pues aunque el balear empezó con 6 puntos en su haber, se iba difuminando conforme pasaban los minutos.

Un triple de Koponen en la última posesión dejaba la desventaja en siete al final del tercer cuarto (25-17, min-10). Mazazo que ampliaría otro triple más de Monya nada más reanudarse el choque, por lo que los madrileños empezaban a darse cuenta de que las palabras de su técnico al calificar al Khimki como "el tapado de la competición" iban muy en serio. El Madrid atravesaba serios problemas y solo Felipe Reyes sumaba a cuentagotas para el equipo . Los tiempos muertos pedidos por Laso parecían no surtir efecto y ni siquiera la aparición sobre el parquet de Carroll cambiaba el negro panorama (42-28, min. 17).


Aún así, el Real Madrid logró reducir algo las diferencias de la mano de Reyes y Mirotic y encaró el túnel de vestuarios con una desventaja asumible (42-35, min.20). La sensación es que el equipo seguía vivo a pesar de su pésimo juego, de forma que todavía tenía en su mano despertar de este mal sueño. Pero su regreso al juego volvió a ser frío, tanto como para dilapidar gran parte de sus aspiraciones en el choque. Un 12-2 de parcial de de salida del Khimki con Loncar, Planinic y Paul Davis como puntales ponía el 56-40 (min.24) en el marcador que obligaba a tirar de heroica. La diferencia tocaba por momentos los 18 puntos y se quedaba en 15 (69-54, min.30) a falta de afrontar el último cuarto.

Remontada sin culminar

FICHA TÉCNICA:

86 - KHIMKI MOSCOW REGION: Planinic (12), Rivers (11), Fridzon (12), Augustine (10) y Loncar (16) --cinco inicial--; Monya (5), Koponen (5), Khvostov (-), Paul Davis (15).

85 - REAL MADRID: Sergio Rodríguez (11), Rudy Fernández (15), Suárez (2), Mirotic (10) y Begic (2) --cinco inicial--; Carroll (14), Pocius (2), Reyes (15), Draper (5) y Slaughter (9).

PARCIALES: 25-18, 17-17, 27-20 y 17-30.

ÁRBITROS: Ziemblicki (POL), Taurino (ITA) y Koromilas (GRE). Eliminaron por faltas personales a Paul Davis por el Khimki y a Felipe Reyes por el Real Madrid.

PABELLÓN: Basketball Center of Moscow Region. 5.000 espectadores.

El Madrid estaba haciendo su peor partido, de largo, de toda la temporada. Pero aún así sacó fuerzas de flaqueza y se puso manos a la obra. Las canastas de Carroll, el poderío de Slaughter y una asfixiante defensa planteada por Laso permitieron que los blancos le endosaran a su rival un tremendo parcial de 5-20 en los seis siguientes minutos, logrando así empatar de nuevo el choque (74-74, min.36). Lo imposible estaba hecho, pero ahí el Madrid volvió a flaquear. Sus primeras ventajas en el partido serían efímeras, pues cuatro tiros libres de Loncar y un triple de Agustine volvían a convertir el triunfo en una utopía (82-75, min.39).

Sin embargo, los que creyeran que ya había acabado el partido se equivocaban. El tradicional intercambio de faltas de los minutos finales dejaba las opciones de remontada en manos del acierto merengue. Reyes veía injustamente la quinta falta en una acción en la que le había robado al rival el balón y se marchaba directo al aro contrario (82-78, min.40); pero el Madrid no bajó los brazos y, con dos triples de Rudy y Draper, se colocaba uno abajo (86-85, min.40) a falta de 8 segundos por jugar. Además, por si esto fuera poco, Draper lograba forzar la pérdida rival tras el saque de fondo y los colegiados le daban el balón al equipo blanco.

8 segundos y balón con uno de desventaja. Pablo Laso pedía tiempo muerto mientras los colegiados revisaban su decisión en la televisión. No la cambiaron, por lo que el Madrid pudo poner en práctica la pizarra del vitoriano. Balón a Rudy, quien penetró y se hizo espacio en la zona. A cuatro metros del aro lanzó un tiro bombeado que escupió el aro, dejando al Madrid con la decepción de haber hecho un esfuerzo sobrehumano en balde. Un importante triunfo se había escapado, pero nada definitivo de cara al futuro. Al menos, el equipo se trae de Rusia la confirmación de que es un equipo guerrero y ganador. Porque para superarle, los rivales tendrán que sudar hasta el último instante.