Y es que en el verano de 2014, la selección española tendrá ante sí una cita más que ilusionante: "Me encantaría jugar otro mundial en España y despedirme con otra medalla en casa. Es mi objetivo y espero lograrlo, pero aún no sé si lo jugaré o no. Hay que esperar".
Felipe Reyes forma parte ya de la historia del baloncesto español y siempre será recordado por pertenecer a la mejor generación de jugadores de este país: "Es un orgullo y un privilegio. El secreto de tantos éxitos es que somos un grupo más allá de la pista. No somos simples compañeros, somos amigos", admitió orgulloso.
El choque disputado ante Estados Unidos en los Juegos de Londres puede que haya sido el último con la selección para el madridista. Un partido que ha podido echar el cierre a una carrera como internacional plagada de éxitos. Esperemos que en el Mundial 2014, se cuelgue su último metal...
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