El R.Madrid no encontró su ritmo en Grecia

Los griegos llevaron el choque a una 'guerrilla' de la que el Madrid salió perdedor.





El Real Madrid inició el partido muy desacertado. Rudy no encontraba el aro y tan sólo dos triples de Mirotic y dos buenas canastas de Begic daban aire a los madridistas en ataque. Pero claro, si malo fue el inicio merengue, peor fue el de los helenos. Diamantidis no metía una y ni siquiera Schortsanitis podía mandar en la zona. Así, tras un primer cuarto lleno de pérdidas, errores e impreciones, se llegaba al final con un tanteo casi de mini-basket: 12-16

No era el día de los blancos en ataque. El choque se jugaba al ritmo de Panathinaikos que defendía duro, favorecido por la ayuda arbitral, y que no dejaba a los madridistas desplegar su juego favorito: el contraataque. El Madrid se veía obligado una y otra vez a atacar en estático, y cada punto costaba dios y ayuda.

Así, los helenos se marcharon en el marcador y llegaron a tener hasta 11 puntos de ventaja (40-29). Sólo los triples de Carlos Súarez-gran primera parte la suya en ataque y en defensa-, un buen Pocius y la garra de Felipe, mantenían a flote a un conjunto que estaba cuajando la peor primera parte de la temporada. Un triplazo de Rudy sobre la bocina dejaba el marcado en un esperanzador 42-35 al descanso. Gran resultado para el mal juego mostrado en los primeros 20 minutos. Una vez más, los lanzamientos triples salvaron a los merengues que cerraron el primer acto con 8 tiros anotados desde la línea de 6,75.

La segunda parte se desarrolló de la misma manera. Los de Laso estuvieron romos en ataque, muy espesos en la circulación y sin opciones claras de tiro. Y lo que es peor, cuando las encontraban no estaban nada acertados. Panathinaikos impedía a los blancos correr, y el Madrid moría poco a poco.


Mientras tanto los griegos destrozaban al Real gracias a un gran Roko Leni Ukic y a un Stephan Lasme que hoy hizo de Sofoklis. Suárez fue de lo poco potable del conjunto madridista, anotando 4 de 4 en triples y jugando con inteligencia en la posición de 4.

Laso confío toda la segunda parte a Draper en la dirección. El norteamericano dio un punto de agresividad al equipo atrás. El Madrid tuvo la opción de meterse en el partido tras un triple de Carroll (69-60), pero una absurda pérdida de Pocius echó la posible remontada abajo.

De ahí hasta el final, fue remar contracorriente y sabiendo que la misión era imposible. Siendo sinceros, el Real Madrid cuajó el peor partido de la temporada en un día que tocaba dar la cara. Ni siquiera el arbitraje casero puede servir de excusa. Cuando uno lo hace mal no se puede agarrar al clavo ‘ardiendo' de los colegiados. Toca pasar página y pensar en el Khimki.

 

PANATHINAIKOS 79: Ukic (11), Bramos(9), Diamantidis (7), Maciulis(12), Panko14 y Schortsanitis- --cinco inicial--; Armstrong(-), Tsartsaris(2), Kitchen(9), Lasme(15), Giannopoulos(-).

REAL MADRID 68: Lull(8), Suárez(16), Rudy Fernández(3), Mirotic(6)  y Begic(6) -- cinco inicial--; Reyes(4), Sergio Rodríguez(3), Pocius(5), Carroll(9), Draper(3) y Hernan Gómez(-), Slaughter(5).

PARCIALES: 12-16, 30-19, 23-17 y 14-16.

ARBITROS: Milivoje Jovcic (Serbia), Srdan Dozai (Croacia) y Emin Mogulkoc (Turquía).

PABELLÓN: OAKA Arena. 9.000 espectadores.