Respecto a su vida privada apenas se conoce todo, tan sólo que está muy feliz viviendo en Madrid. Sin embargo, a continuación plasmamos algunos detalles de interés acerca de su día a día recogidos por AS. (Los periodistas de la SER lo tienen claro: "No cambiaría a Vinicius por Ansu Fati. Hay que dejarle que crezca en el Madrid").
Desde su llegada a la capital, el delantero decidió afincarse en la exclusiva zona residencial de La Moraleja situada en las afueras de Madrid. Es ahí donde reside junto a su familia, ya que sus padres, sus tres hermanos, su sobrina y su tío decidieron acompañarle en esta gran aventura.
Es vecino de algunos compañeros de equipo como Karim Benzema con el que mantiene una estrecha relación. Suele acudir a los entrenamientos con algunos de los madridistas con los que comparte urbanización, ya que todavía no tiene carnet de conducir.
Respecto a su historial de conquistar, Vinicius está en el centro de atención. Actualmente se le relaciona con una influencer y cantante mexicana que había acudido el pasado miércoles al Santiago Bernabéu para verlo jugar.
Se trata de Kenia Os, la cuál no tuvo ningún reparo en publicar una fotografía con la camiseta merengue para celebrar la goleada del Madrid ante el Mallorca. Ambos han intercambiado numerosos likes y algunos mensajes a través de las redes sociales.
Además, Vini también estuvo relacionado con otra exuberante bloguera cinco años mayor que él y famosa en su país. Los rumores apuntaban que había una supuesta relación entre Maria Júlia Mazali y Vinicius.
Sin embargo, el jugador evita hablar de amores justificando que "estoy en la flor de la vida". Es un tipo muy familiar y, de momento, el gran amor de su vida es su madre.
El pasado de Vinicius
El futbolista creció en una familia humilde en el municipio de Sao Gonzçalo, situado en Río de Janeiro. Su padre trabajaba como técnico de cable para sacar adelante su familia numerosa y poder mudarse de Portao de Rosa.
A los 10 años, fichó por las categorías inferiores del Flamenco y tuvo que instalarse con un familiar en Río de Janeiro para evitar así recorrer los 150 kilómetros que separaban su barrio del lugar de entrenamiento.
El jugador se siente muy apoyado por su familia y comparte todas sus decisiones. El padre de Vini no es muy fan de los tatuajes, por lo que el jugador llegó a un acuerdo con él y le prometió que sólo se tatuaría los logros importantes de su carrera profesional.
"Tengo un niño pequeño y un campo de fútbol junto con la palabra 'demostrar'. También tengo uno de cuando gané el Mundial y otro con los dos goles que marqué en la Libertadores con el Flamengo. Así como la fecha de cuando empecé a jugar como profesional", ha dicho él mismo en anteriores ocasiones.
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