Miki Nadal y Juanma Castaño siguen a tortas en la televisión por ‘culpa’ de Real Madrid TV

Los dos están participando en el programa culinario de la televisión pública


Juanma Castaño y Miki Nadal

Juanma Castaño y Miki Nadal




La edición que se está disputando este año del concurso de la cadena pública, tiene entre sus participantes a dos personajes que han tenido sus más y sus menos antes de meterse en las cocinas.

Se trata de Miki Nadal y Juanma Castaño. Y es que ambos ya tuvieron momentos de tensión cuando el aragonés presentaba el programa de Real Madrid Televisión, '90 Minuti'. En él, desde un tono humorístico, informaba de la actualidad del club.

Pero, en alguna ocasión, se topó con ese doble rasero de Juanma Castaño a la hora de referirse al conjunto blanco. Ese que muchos le han echado en cara durante años, y que Miki puso el foco desde su programa.

Parece que no le gustaba mucho, ya que comenzaron una guerra que no ha terminado por lo que podemos ver semana tras semana. Todo empezó en el primer programa, cuando Castaño se despachó a gusto.


Y es que llegó a decir que "Miki ha sido una persona impresentable en su carrera profesional, tenía un programa en el que se dedicaba a meterse conmigo fundamentalmente".

Estaba claro que no lo había olvidado y que estaba dispuesto a llevar su guerra personal contra él, incluso a las cocinas de MasterChef. Pero la cosa no ha acabado ahí, ya que todas las semanas sigue a tortas.

Está claro que han querido juntarles en un mismo concurso para darle más morbo, ya que su guerra sigue. De hecho, los dos siguen a pesar de que Miki fue eliminado. Y es que se reenganchó en la repesca. (Odegaard se va de Twitter por el acoso)

Momento que aprovechó para recordarle a Juanma que su "misión en esta vida es que le expulsen antes que a mí". Y es que había celebrado durante una semana la expulsión de su rival.

¿Volverá la tensión?

En los últimos episodios parece que han sellado la paz y por lo menos mantienen las formas. Los piques entre ambos se habrían acabado, o por lo menos ya no se lanzan 'zascas'. Aunque la tensión puede volver en cualquier momento.