Marcos Llorente empieza a llamar a la puerta

DC te presenta a los canteranos más prometedores de la Fábrica del Real Madrid


Marcos Llorente




Acaba de cumplir los 20 años, pero Marcos Llorente ya es un futbolista casi preparado para dar el salto a la élite. Lo lleva en la sangre. El hijo de Paco Llorente, sobrino de Paco Gento y nieto de Ramón Moreno Grosso tiene en los genes el fútbol y lo lleva demostrando en las categorías inferiores del Real Madrid desde que ingresó el 1 de julio del año 2008. Son ya siete temporadas en el club blanco, donde aterrizó en el Infantil A después de pasar por el CD Las Rozas (2002-06), el Roceña (2006-07) y el Rayo Majadahonda (2007-08).

Actualmente futbolista del Real Madrid Castilla, el Lechuguita (a su padre le llamaban el Lechuga porque es vegetariano) da nombre a la quinta de futbolistas del 95 en la cantera merengue, una quinta de futbolistas que ha empezado a despuntar en las categorías inferiores del club blanco desde la época de juveniles y que cuenta con hombres de la talla de Álvaro Jiménez, Juanjo Narváez, José León o Javi Muñoz, entre otros. Campeones de la Copa del Rey Juvenil en 2013 y de la Copa de Campeones el pasado año, esta saga de futbolistas tiene el gran objetivo de llegar a compartir vestuario en el primer equipo, y en el caso de Marcos ya no está lejos de hacerse con un hueco.

Marcos Llorente

El chico 'enamoró' en la pasada pretemporada a Carlo Ancelotti, que está bien informado por Zinedine Zidane de las evoluciones del jugador después de que diera el salto el pasado verano del Juvenil A al primer filial sin necesidad de pasar por el Real Madrid C. Lo logró gracias a sus cualidades y a su actitud a la hora de trabajar, a la altura de un futbolista de primer nivel y cuajando minutos de mérito con el primer equipo en pretemporada (un total de 70), cuando aún no se habían incorporado la mayoría de internacionales después del Mundial de Brasil.

Con gran sentido táctico e inteligencia, con técnica en los pies, visión de juego y llegada al área rival, probablemente Llorente es el mediocentro con más futuro de la cantera junto a compañeros como Medrán o Lucas Torró. A todas estas virtudes le añade el empeño que pone en cada partido, un arma que recuerda más a su abuelo que a su padre: "Por lo que me han contado me parezco mucho a mi abuelo en que cuando juego lo doy todo de mí", contaba hace unos años al canal de televisión del Real Madrid. Y es que Llorente tiene personalidad hasta para ponerse delante de una cámara con toda la naturalidad desde bien niño.


A nivel defensivo, más allá de su inteligencia y colocación, Llorente es un futbolista fuerte y con envergadura, una ayuda extra a la hora de trabajar en la recuperación de balón. Su estatura de 1’80 le permite imponer su ley en el centro del campo, aunque más que un jugador destructor se trata de un organizador con mentalidad de equipo. Esta temporada, van 16 partidos para él en Segunda B con un total de 984 minutos en los que no ha marcado ni ha asistido y en los que ha visto una cartulina amarilla. Zidane cuenta con él a menudo porque le ve preparado para jugar en el primer equipo en un futuro cercano y Ancelotti volverá a contar con él casi con total seguridad en la próxima pretemporada. Quizá sea entonces cuando derribe ese muro existente entre Valdebebas y el Bernabéu, nunca se sabe...