Pero si la primera mitad fue relativamente tranquila, el segundo acto fue una locura en todos los sentidos. El Talavera se venía arriba-al equipo toledano solamente le valía el triunfo para seguir vivo en la categoría-y el encuentro fue un ‘toma y daca’ constante, un continuo vaivén de ocasiones y goles en cada portería. Perales ponía el 1-1 a los 10 minutos de la reanudación pero el Castilla no se arrugaría.
Marcos Llorente marcaría el 1-2 de soberbio disparo desde fuera del área. El nuevo genio de la saga de los Llorente soltaba un derechazo monumental que se ‘colaba’ por toda la escuadra. Tres minutos después, Javi Muñoz parecía sentenciar el duelo tras realizar una gran jugada dentro del área.
Pero Domínguez Márquez, colegiado del encuentro, decidió que tenía que haber emoción hasta el final. El Talavera recortaba distancias con una fortuna enorme por medio Perales y el colegiado concedía el 3-3 después de una falta clamorosa sobre Abad tras un saque de córner. Los toledanos igualaban el choque en un ambiente hostil y entre ‘palos’ y patadas contra el filial merengue.
Pero el ADN madridista lleva impregnado el sello de “luchar hasta el final”. Solamente valía ganar para seguir teniendo opciones de liderato en la última jornada y la cabeza salvadora de Cedrés aparecería casi en el 93’ para hacer el 3-4, silenciar El Prado, y permitir al filial seguir soñando con el ‘sorpasso’ final al Barakaldo. El Real Madrid Castilla sigue muy vivo.
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