Había ilusión en el madridismo. Después de ganar la Undécima, la tarde acompañaba para acudir al Di Stéfano y animar al Castilla. Al equipo no le faltó entusiasmo pero en la primera parte salieron al revés desde el primer minuto. UCAM Murcia se encerró atrás y aprovechó la única ocasión clara de toda la primera parte. Los murcianos sacaron rendimiento a su mejor virtud: defender y anotar en la única ocasión clara. Iván Aguilar aprovechaba el 17’ un error de la zaga para marcar de fuerte zurdazo.
El Castilla se ahogó y se estampó una y otra vez contra el muro murciano. Los laterales no encontraban hueco para sorprender y el fútbol madridista se limitaba a intentar entrar por el centro con paredes imposibles o balones por alto a Mariano. Ucam, además, aprovechaba para ‘teatralizar’ cada entrada, haciendo del partido casi una guerra psicológica contra el tiempo y el rival. Sin ocasiones para el filial se llegaba al descanso. El ascenso parecía una quimera a estas alturas.
Y en la segunda parte se confirmaron los peores presagios. Ni siquiera dos golazos de Mariano sirvieron para lograr un imposible. El Castilla fue más vertical, atacó mejor, encontró un golazo de cabeza del dominicano pero Pallarés dejó al Di Stéfano helado a los 2 minutos. El Real Madrid Castilla tenía que hacer tres goles en 20 minutos y le fue imposible.
UCAM Murcia seguía cayéndose al suelo como si disparasen a sus jugadores desde la grada y el filial se desesperaba. Pese a todo, de nuevo Mariano marcaría un golazo de falta desde la frontal y maquillaba un resultado que, en todo caso, no sirve para que el Castilla esté ya en Segunda. Habrá que buscar el ascenso a través del camino largo. Para ello habrá que solventar dos eliminatorias…
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