El árbitro le roba al Castilla el sueño del ascenso

Lamentable actuación del colegiado que impidió que los de Ramis pudieran siquiera intentar la remontada


Mayoral con el Madrid

Mayoral con el Madrid




El colegiado ha cumplido a la perfección con su cometido. En cuanto ha tenido la más mínima oportunidad de perjudicar al Castilla lo ha hecho. En el minuto 29 de la primera mitad señaló un penalti dudoso, pero que nunca, y así lo dice la normativa UEFA, debió suponer la expulsión del cancerbero, Carlos Abad. Y es que tras el recorte del atacante al meta blanco, el balón era inalcanzable para el jugador del Lleida. Portero y delantero chocaron y el árbitro señaló el punto de penalti e inexplicablemente mandó a la ducha al jugador del Real Madrid. 

Hasta ese momento el dominio era total y absoluto por parte del equipo de Ramis. El Lleida, encerrado atrás, tan solo ponía en aprietos a la contra, pero el árbitro decidió tirar por tierra el trabajo de toda la temporada de una equipo que ha visto como en estas dos eliminatorias le han echado tres jugadores. Sin dar una mala patada, una mala protesta y siempre con la nobleza que caracteriza a los futbolistas del filial. 

Ya en la segunda parte, el Castilla se vino abajo y llegaron el resto de goles del Lleida. En el segundo, tras una falta que no era, tanto Linehart como Llorente se quedaron portestando al árbitro y los catalanes aprovecharon para anotar un nuevo gol y en el 68 llegó el definitivo 0-3. El Real Madrid no ascenderá este año a Segunda, no le han dejado, pero hay que reconocer el temporadón que han hecho los jugadores del primer filial blanco. Una pena.